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II. La sala de tutores como espacio de intercambio y construcción de conocimiento

Germán Reynolds, Eliana Bustamante, Patricia Sepúlveda

Tal como señalamos en el primer capítulo, al indagar sobre el concepto y las funciones tutoriales, encontramos diversas definiciones que van caracterizando los múltiples roles que esta figura adquiere en las instituciones educativas, desde el nivel primario hasta los estudios de posgrado y a lo largo del tiempo (AAVV, 2007, Arbizu Bacaicoa, F., Del Castillo, L., Lobato C., 2004, García Nieto, N., 2008).

La modalidad virtual incorpora la figura del tutor en su modelo pedagógico. En el Artículo 4 de su resolución indica: "La acción docente comprende las actividades de diseño, planificación, desarrollo, asistencia, tutoría y evaluación de las distintas instancias propias de la enseñanza y el aprendizaje en la modalidad virtual. Dichas actividades se encuentran distribuidas entre directores de carrera, autores, profesores y tutores".

De este modo, el tutor complementa las actividades del profesor apoyando y guiando a los estudiantes en el transcurso de toda la carrera virtual. La tutoría UVQ aborda aspectos académicos, personales, administrativos y sociales. Y se diferencia del modelo de profesor- tutor que apoya a los estudiantes en lo estrictamente areal.

Heterogeneidad y complejidad

Para cumplir con las tareas académicas asignadas, es conveniente que el tutor sea un profesional titulado en relación a las carreras que siguen sus tutorados, familiarizado con los contenidos y exigencias de las asignaturas.

Fundamentalmente porque los planes de estudio de las carreras no prescriben un recorrido curricular de correlatividades obligatorias y porque, además, la UVQ oferta ciclos de complementación curricular, donde los estudiantes llegan con recorridos académicos previos diversos, lo que destaca la relevancia del tutor como orientador de distintas dimensiones en el trayecto académico del alumno. Este hecho contribuye con una de las principales particularidades que posee el equipo de tutores: la heterogeneidad.

Entre los ciclos de grado y pregrado que oferta la UVQ se encuentran: la Licenciatura en Administración, la Licenciatura en Educación, la Licenciatura en Comercio Internacional, la Licenciatura en Ciencias Sociales, la Tecnicatura en Ciencias Empresariales, la Licenciatura en Terapia Ocupacional, la carrera de Contador Público Nacional, la Licenciatura en Turismo y Hotelería. Dado que los tutores son graduados de carreras afines a las de sus tutorados, esta oferta deriva en una amplia dispersión entre los perfiles académicos de los tutores que conforman la Unidad de Tutorías.

Por otra parte, la UVQ tiene más de quince años, período en que las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han sufrido e impulsado cambios vertiginosos en las formas de comunicarnos, trabajar y estudiar. Las posibilidades de Internet llegaron a niveles apenas imaginables a comienzos de la propuesta educativa, en 1999. El aumento de la conectividad fue acompañado por un crecimiento de la matrícula con gran diversidad: cultural, formativa y familiar, entre otras cosas, lo que tuvo su contraparte en el aumento de la cantidad de tutores, diversos en edades, formaciones y capacidades de manejo de las diferentes herramientas informáticas que se relacionan, de distinta manera, con el desempeño de su rol. Mientras que los más nóveles poseían, en general, un mejor manejo de las herramientas, los tutores con más tiempo en el equipo de tutorías poseen mayores habilidades para abordar los desafíos que presentaba la tarea en lo referente a lo interpersonal.

Se debió dar respuesta a los desafíos que plantea el crecimiento:

  • Estudiantes con diversas realidades sociales y recorridos académicos.
  • Tutores con distintos perfiles, manejo y actitud frente a las TIC, niveles de experiencia en la actividad, edad y características personales.

Solo en 2009 se incorporaron 8 nuevos integrantes. Hacia fines de 2015, la Unidad de Tutorías contaba con 35 tutores para cerca de de 9.000 estudiantes.

Los tutores desarrollan sus actividades en la sede de la Universidad en distintas franjas horarias, algunos días de la semana y, desde sus hogares, el resto del tiempo. Esta particularidad no permite que se lleven adelante reuniones presenciales en forma regular, dificultando la coordinación de actividades. Cada uno de los tutores, además de tener contacto individual con los estudiantes a su cargo, administra grupos y sub-grupos de estudiantes por carrera, en aulas ubicadas dentro del campus virtual. En estos espacios, uni y multidireccionales, mantiene intercambios formales e informales con sus tutorados, comparte novedades, inquietudes, reglamentaciones, consejos, bibliografía y recursos multimedia.

Este espacio se denomina Aula de Tutorías y es diferente a la Sala de Tutores, donde solo participan tutores. El Aula de Tutorías ha sido diseñada de manera personalizada por cada tutor, dando lugar a multiplicidad de formatos y contenidos.

A todo lo anterior se suma, en 2009, la incorporación de una nueva plataforma conocida como "Campus Qoodle", que ofrece por su flexibilidad grandes posibilidades a las intervenciones tutoriales respecto de las que se realizaban en años anteriores, pero que exigió para los tutores un re aprendizaje en el uso de las herramientas de trabajo, casi en simultáneo con la migración de los estudiantes a la nueva plataforma.

Por lo tanto, si bien la incorporación de nuevos profesionales con gran diversidad en su formación académica fue considerada como una posibilidad para enriquecer las prácticas tutoriales, también podía implicar el riesgo de desdibujar el rol en infinidad de prácticas tutoriales inconexas.

Las prácticas habituales

En 2009, la Dirección Académica del Programa tomó como prioritario el desarrollo de proyectos de I+D propios. Uno de ellos fue llevado adelante con el fin de incrementar los procesos de investigación y reflexión sobre las propias prácticas, considerando las características del sistema tutorial.

Entre las actividades del proyecto de investigación se realizaron grupos focales con tutores, graduados y estudiantes para analizar las prácticas tutoriales. Se identificó en el grupo de estudiantes la percepción de una excesiva diversidad en el ejercicio de las prácticas tutoriales, lo que llevó a considerar necesaria una reflexión sistemática sobre la propia actividad. La reflexión conjunta, la discusión y la mirada puesta sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos, aunque es un trabajo de largo aliento, tuvo aspectos positivos para mejorar las prácticas y para acercarnos a algunos de los objetivos de la investigación.

Haciendo foco en el rol del tutor, se podría señalar que hay actividades de la vida cotidiana realizadas sin pensar, aunque se tenga una ligera conciencia de ellas, de las que no se puede dar una explicación de por qué se hacen. Los automatismos conciernen no solo a los gestos sino también a percepciones, emociones y funcionamientos mentales, como lo señala Philip Perrenoud (1995). Estos "esquemas de pensamiento" ayudan a tratar la información y a tomar decisiones, aunque solo se perciban sus efectos. Perrenoud apela a la noción Bourdiana de habitus identificándose como el conjunto de esquemas de evaluación percepción pensamiento y acción. Gracias a esta "estructura estructurante" a esta "gramática generatriz de las prácticas" (Bourdieu 1972) somos capaces de enfrentar, al precio de las acomodaciones menores, una gran diversidad de situaciones cotidianas. Los esquemas permiten al sujeto no adaptar más que marginalmente su acción a las características de cada situación corriente, no innova, salvo, para tomar en cuenta lo que la acción tiene de singular. (1995, p. 1).

Este habitus se enriquece cuando la adaptación no es menor sino cuando es más fuerte, generando coordinación de esquemas existentes o diferenciándolos. En esos casos también se diversifica. En el desempeño de las acciones tutoriales, como en el de roles docentes a los que se refiere Perrenoud, hay también un componente de "gramática generatriz de las prácticas". ¿Es posible trabajar sobre el habitus de modo de hacerlo consciente para generar nuevos aprendizajes? Se pregunta: ¿No estamos en los límites de algo que puede ser enseñado? ¿Cómo actuar sobre los habitus de un sujeto cuando él mismo no los conoce, y no es maestro de obra de la formación de sus esquemas de percepción, de pensamiento, de evaluación, de decisión, de acción? ¿Tenemos el derecho de hacer esto? (p.2).

Responde que sí, porque de lo contrario sería imposible pensar en la formación de profesionales como demanda nuestra sociedad del conocimiento, profesionales autónomos, capaces de innovar, de constituir estrategias flexibles en función de objetivos generales y de una ética que permita y sostenga la autonomía. Propone, entonces, un trabajo deliberado sobre el habitus. Algo similar se encuentra como cimiento de la idea que lleva a la construcción de la Sala de tutores. A partir del reconocimiento de que una parte del rol profesional está constituido de rutinas o de improvisación reglada, Perrenoud plantea la posibilidad de trabajar sobre el habitus a partir de la toma de conciencia y del análisis de la práctica.

Una forma de intervenir y hacer consciente el habitus es cambiar las condiciones de la práctica. La alteración de las condiciones de la práctica puede deberse a muchas razones que, si bien no son accidentales, no responden a ninguna lógica específica. Tal situación podría identificarse con los cambios, producto de la incorporación de nuevos tutores, nuevos alumnos y un flamante campus en la UVQ, que se dio entre 2009 y 2010. Se aprovechó ese momento para tomar conciencia y analizar las prácticas tutoriales. Así, la nueva plataforma se constituyó en un espacio posible para el desarrollo de estrategias de intervención tutorial y construcción de saberes.

La sala de tutores

Las mencionadas modificaciones internas y externas al programa UVQ, impactaron en lo que los tutores consideran que implicaba su rol y, si bien la incorporación de nuevos profesionales con gran diversidad en su formación académica fue considerada como una posibilidad para enriquecer las prácticas tutoriales, también podría haber implicado un riesgo de desdibujamiento del rol ante la multiplicación de prácticas tutoriales inconexas.

La sala de tutores
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Por ello, se desarrolló un espacio común a los tutores para compartir ideas, establecer criterios, plantear situaciones problemáticas y buscar la mejor forma de resolverlas y potenciarlas: la sala de tutores. Otra idea que inspiró la construcción de la sala fue dotar de cierta homogeneidad a aquellos temas básicos respecto de la información que recibían los estudiantes, sin perder las características personales de cada tutor.

En ese sentido, el tutor necesita conocer las normas y procedimientos de la Universidad, tener sólida formación académica y poseer conocimiento general de las disciplinas. Al mismo tiempo, poder usar todos estos elementos de manera flexible en la solución de distintas situaciones que plantea la práctica, que no pueden ser sistematizadas o prescriptas en un manual de procedimientos. Esto exige una constante reflexión sobre el propio hacer, en diálogo con los colegas, desarrollando mayor comprensión de su rol y tendiendo a su mejora.

El diseño de la sala se propuso promover el intercambio entre los integrantes del Equipo de Tutorías y la construcción colectiva de conocimiento. A través de la implementación de foros, se plantearon formas de resolución de problemas comunes a todos los estudiantes virtuales o problemas específicos de las distintas carreras. La sala de tutores permitió:

  • Intercambiar dudas sobre modos y procedimientos de resolución de problemas puntuales, por carrera o generales de acompañamiento.
  • Reflexionar grupalmente sobre modos de trabajo, tipos de respuesta a partir de las diferentes participaciones en los foros. De esta manera, se pudieron identificar las mejores respuestas y evitar la superposición de esfuerzos para atender a problemas que ocurrían sistemáticamente en algún período de cursada, por ejemplo: envíos de materiales, inscripción a materias, inscripción a finales, sedes donde se toman los exámenes y exámenes en el exterior, entre otras cosas. El intercambio permitió unificar criterios.
  • Compartir miradas sobre casos y posibles respuestas, permitiendo capitalizar experiencias y evitar el aislamiento. En este punto se hace referencia a situaciones particulares de alta conflictividad en relación a un alumno y su cursada, a la relación docente-alumno y/o conflictos entre estudiantes. Se identifican tendencias respecto de problemas comunes y se proponen caminos a seguir.
  • Capitalizar las habilidades y los conocimientos distintos que poseía cada tutor, haciendo posible su aprovechamiento por el resto (planificadores, bases de datos, instructivos, agendas) evitando la repetición de tareas individuales.
  • Experimentar con los nuevos recursos que ofrecía el Campus Qoodle, que luego pudieron ser implementados en las aulas de tutorías. Por ejemplo, inclusión de wikis, foros de distinto tipo, encuestas, chats, cuestionarios y videos, que fueron incluidos en el aula de alguno de los miembros del equipo, son compartidas, evaluadas e incorporadas a otras aulas.

Desde otro punto de vista posibilitó:

  • A quienes se iniciaban en la tarea tutorial, comprender rápidamente cuáles son las actividades centrales y capitalizar la experiencia de los tutores más experimentados.
  • A todos los integrantes, pasar del conocimiento implícito a uno explícito haciéndolo visible a través de las participaciones, aportes e intercambios en el aula.
  • Contar con más y mejor información, producto de las múltiples perspectivas incorporadas.
  • La construcción compartida de conocimiento entre tutores con formación pedagógica específica y tutores con perfiles profesionales, potenciando la comprensión de situaciones conflictivas.

Diseño y algunas experiencias

Para el diseño de la sala de tutores se solicitó al equipo de desarrollos que conservase todas las características de un aula de clases. Allí, el Coordinador de Tutorías tenía el rol de docente a cargo del aula y los tutores, los atributos y vista de los estudiantes. El diseño del aula permitió la experimentación de las herramientas que brinda Moodle. El modelo actual de la sala da cuenta de su evolución a lo largo de los años.

calendario del aula
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Posee un calendario con fechas clave, como apertura y cierre de inscripciones a finales y cursadas. En períodos de exámenes finales, se crea un cronograma de mesas de exámenes y se organizan guardias para asistir en el operativo de exámenes finales.

Existen espacios donde se van cargando direcciones web de uso habitual, como los espacios para:

Espacios del aula virtual

El bloque de Interacción contiene los dos espacios de mayor actividad de la sala de tutores, el foro unidireccional de "Avisos de la coordinación de Tutorías" y el "Foro Abierto". En el primero , la coordinación avisa sobre las novedades y pedidos, planteando situaciones problemáticas detectadas de las que puede nutrirse el grupo.

Foros del aula virtual
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En el foro abierto los tutores pueden "postear" directamente. Es un espacio multidireccional, de debate, que admite temas formales e informales, donde suelen plantear las situaciones con las que se encuentran, casos difíciles, el modo de resolver algún tema en particular, novedades sobre congresos y conferencias y, especialmente, dudas sobre cómo proceder en algunas situaciones. De este modo, la coordinación u otros tutores, al contestar en el foro, permite que todo el colectivo conozca la respuesta o vayan discutiendo sobre el tema.

En el espacio Planificaciones y Agendas se encuentran una serie de archivos elaborados de manera colaborativa, que facilitan las actividades de planificación académica anual con los estudiantes. La metodología habitual de trabajo consiste en un grupo reducido de tutores que asume la tarea de elaborar los archivos y luego los remite para su revisión al resto del grupo.

espacio de Planificaciones y Agendas

Además se presentan en la Sala de Tutores instructivos en distintos formatos como video y presentaciones, desarrollados para el uso del Campus Qoodle, como el de armado y administración de grupos dentro de la sala de tutorías.

instructivos en distintos formatos

Un espacio muy utilizado es el generado para administrar la información referida a los informes de desempeño de los estudiantes que poseen beca, permitiendo así homogeneizar criterios y estandarizar formatos para la elaboración de los mismos.

informe de Becarios
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Como se mencionó, la Unidad de Tutorías reúne a los tutores de todas las carreras. Los foros por carrera permiten discutir temas específicos de cada una de las ellas, problemáticas en común, planes de estudio y sucesión sugerida para las materias afines, entre otras cuestiones.

foros de la Unidad de Tutorías

Utilizando la herramienta "Wiki" se elaboran dos documentos compartidos que apuntan directamente a la recopilación y reflexión de las prácticas y, por un lado, a la caracterización del rol del tutor. Por otro, a la identificación de las particularidades de su contraparte: el estudiante virtual.

Dentro del equipo de tutorías hay miembros con diferentes habilidades para el manejo de las TIC, en particular con aquellas de la web 2.0. En el último año se desarrollaron instructivos multimedia para los estudiantes, con soporte en video.

herramienta “Wiki”
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Este tipo de actividades generó interés en el resto del grupo, lo que dio lugar a la organización de dos jornadas de capacitación para los tutores en el uso de diferentes herramientas de video. Nuevamente, los guiones que luego formarán parte de los videos son puestos previamente a discusión en la sala de tutores. Lo mismo está sucediendo con instructivos para el uso de Google Earth, en las salas de tutorías. Otros espacios de la Sala de Tutores están vinculados al repositorio de reglamentaciones, a la prueba de herramientas Qoodle, a presentar informes de encuestas, compartir consejos para los estudiantes y documentos, entre otras cosas.

Conclusiones

La riqueza, producto de la diversidad inicial de las aulas y la posterior implementación de la Sala de tutores donde se reflexiona sobre ellas, dio un resultado muy superior al que se habría obtenido si se hubiese entregado a los tutores un único formato de aulas prediseñado, producto de decisiones ajenas a los propios actores, como sucedía en las plataformas virtuales anteriores.

La sala de tutores continúa su desarrollo, proceso que va acompañado de reuniones informales entre integrantes del equipo de tutorías que comparten la misma franja horaria, lo que acelera aún más los procesos de construcción colectiva de conocimiento. La elaboración de trabajos colaborativos es una acción que transforma las anteriores formas de trabajar. La incorporación de nuevos miembros se percibe como una fortaleza para los cambios en ese sentido.

Por otro lado, el compartir respuestas y puntos de vista frente a algunas situaciones reiteradas disminuye la posibilidad de que se lleven adelante prácticas inconexas. La búsqueda de información y la reflexión compartida ha generado una nueva mirada sobre las propias prácticas y representaciones de la tarea, una especie de reflexión sobre el habitus en la línea de lo que señala Perrenoud (1995) y que llama trabajar sobre la lucidez:

comienzo de cita

"La lucidez es la lastimadura que se encuentra más cerca del sol", escribe René Char. Sabemos lo que cuesta y a veces sabemos lo que le debemos. En el trabajo de lo humano, lejos de ser un lujo personal, la lucidez es una competencia profesional. Podemos esperar desarrollarla de manera metódica, inscribirla en el habitus? De nada sirve, en efecto, decidir en abstracto ser lúcido, convenimos todas las mañanas con nosotros mismos. Lo que nos falta es, sin duda, el coraje y también una manera de vigilancia, lo que se llama en inglés awareness, una disposición para quedar en alerta, para atrapar toda ocasión de comprender un poco mejor quienes somos. ( p.21).


El espacio de la sala de tutores da cuenta de un esfuerzo sostenido en el tiempo por trabajar colaborativamente sobre la lucidez. No es una tarea fácil, pero es importante conocer qué es lo que se quiere lograr.

Bibliografía

AAVV. (2007), "La Tutoría Universitaria en el marco de la Convergencia". Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado. Universidad de Zaragoza Facultad de Educación.

Algunas reflexiones sobre el rol del tutor (2000). Documento de trabajo de la unidad de tutorías UVQ. (MIMEO).

Arbizu Bacaicoa, F., Del Castillo, L., Lobato C. (2004)- Educación XXI. Revista de la Facultad de Educación (p.165-169).

García Nieto, N., (2008), "La función tutorial de la Universidad en el actual contexto de la Educación Superior", en AAVV. (2008), "La Tutoría Universitaria en el marco de la Convergencia". Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado. Universidad de Zaragoza, Facultad de Educación.

Perrenoud, P., (1995), "El trabajo sobre los "habitus" en la formación de los enseñantes. Análisis de las prácticas y toma de conciencia". Faculté de psichologie et de sciencies de l'education, Ginebra. Traducción Claudia Soto (para uso interno del seminario de enseñanza para la comprensión para formadores de formadores).


* Una primera versión de este capítulo fue presentada en 2011 en la Conferencia Internacional ICDE 2011 UNQ, Argentina. III Foro Internacional de Educación Superior en Educación Virtual.

* Resolución (CS) N’683/10.

* Una de las tareas del tutor consiste en el contacto telefónico con los estudiantes, por lo que deben estar presente en la sede de la universidad distintos días de la semana y en distintas franjas horarias desde las 8 am hasta las 8 pm.

Nombre dado al Campus basado en el software libre Moodle, a partir del acrónimo de Quilmes + Moodle.