Saltar la navegación

Ciclo Pedagógico Universitario: relato de una experiencia en la USAL

Paola Dellepiane y María Alejandra Lamberti

El uso de las Tecnologías de la Educación y la Comunicación (TIC) ha generado una nueva necesidad de formación de docentes universitarios ante la necesaria redefinición de conceptos como espacio y tiempo. En los últimos años, la tendencia en la oferta de las universidades presenciales ha comenzado a virar a una enseñanza de tipo mixta. Básicamente, estamos hablando de espacios de formación donde se combinan diversidad de lugares para el encuentro (aulas, laboratorios y plataformas, por ejemplo) y donde los profesores pueden aplicar diversas metodologías para facilitar el aprendizaje (Rodriguez, Illena, 2006 en Cabero, 2008).
La enseñanza en entornos virtuales se sustenta en el diseño y elaboración de contenidos, pues la performance del material, junto a la metodología participativa y planificada, y a la labor del docente en las tutorías, son los elementos que determinan la calidad de un curso de formación en línea.
El propósito de este trabajo es presentar el programa Ciclo Pedagógico Universitario semipresencial de la Universidad del Salvador, el cual intenta dar respuesta a la actual demanda de formación docente para profesionales de grado en la modalidad dual. Se presentará la experiencia realizada para su implementación, diseño y gestión

Palabras clave: Bimodalidad – ciclo pedagógico – en línea – capacitación – gestión.


El Ciclo Pedagógico Universitario (CPU) pertenece al Área de Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social (FCECS) de la Universidad del Salvador (USAL). Se dicta en la modalidad presencial desde 1969 y constituye una dinámica alternativa de formación docente que concilia, de manera eficiente y sinérgica, las bases filosóficas y epistemológicas de la labor educativa, con una aproximación práctica a las ciencias de la educación. Asimismo, aporta concepciones didáctico metodológicas actualizadas y adecuadas a las reglamentaciones de nuestro sistema de educación nacional.

El CPU otorga el título de Profesor en el campo de la disciplina que corresponda y se encuentra abierto a graduados de carreras de cuatro o más años de cualquier universidad pública o privada y a alumnos regulares de la USAL de los dos últimos años de carreras de grado.

A partir de un trabajo conjunto entre la Facultad de Ciencias de la Educación y Comunicación Social y el Programa de Educación a Distancia, se inició un trabajo con el propósito de ofrecer algunas materias del Plan de Estudio en la modalidad a distancia.

El Programa de Educación a Distancia de la Universidad del Salvador (PAD) pertenece al Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo. Funciona con un modelo centralizado, ya que se encarga de todos los servicios inherentes a la modalidad a distancia de la Universidad, asume gran parte de las decisiones logísticas, los recursos económicos y su distribución, y se encarga de establecer relaciones directas con las otras unidades académicas involucradas en los cursos impartidos, tanto para la gestión, la capacitación de docentes como la elaboración de materiales. Además, realiza la gestión administrativa de las diferentes propuestas y la administración del Campus Virtual de la Universidad.

La implementación de un modelo que combinara la presencialidad con la virtualidad en un mismo ambiente de aprendizaje, requirió del trabajo en equipo para detectar las necesidades y oportunidades propias de los programas de enseñanza semipresencial. Se trabajó en forma conjunta con académicos de la Facultad, que conocían los contenidos y las características pedagógicas de la propuesta, y académicos del PAD, quienes aportaron la mirada desde las posibilidades de las tecnologías.

El desarrollo de la experiencia comenzó a gestarse en agosto de 2012 y nos llevó a trabajar desde diferentes dimensiones: tecnológica, pedagógica y de gestión, durante un año.

Siguiendo a Cabero (2008), la modalidad semipresencial combina la eficacia y la eficiencia de la clase presencial con la flexibilidad de la modalidad virtual. Entre los componentes más significativos en los procesos de formación a través de la modalidad mixta, se combinan: espacios (clases presenciales y virtuales); tiempos (presenciales y en línea) y recursos (analógicos y digitales), donde los protagonistas modifican sus roles en los procesos de enseñanza y aprendizaje, y donde los cambios también afectan a los modelos organizativos institucionales.

Así, la organización de un modelo de sistema semipresencial se orienta al diseño de una estructura de gestión de los procesos de formación y de sus resultados, basado en lineamientos conceptuales acordes con las características de los modelos pedagógico y tecnológico, y en los procedimientos propios del sistema, que comprende:

  • Un modelo pedagógico sólido que contemple de manera integral el entramado entre estudiantes, docentes, orientadores y personal administrativo.
  • Un modelo tecnológico ajustado a los requerimientos técnicos y funcionales del modelo pedagógico y organizativo elaborado.

La propuesta del Ciclo Pedagógico Universitario (CPU)

El Ciclo Pedagógico semipresencial surgió ante la necesidad de muchos profesionales graduados, quienes por cuestiones laborales o de distancia no podían dar cumplimiento a los requisitos mínimos de asistencia para la carrera presencial en nuestra sede. Por este motivo, se pensó en la posibilidad de una propuesta combinada (presencial y en línea) para ofrecer como una opción al ya tradicional CPU presencial.

Se partió de un modelo pedagógico con una propuesta en la que coexisten características de distintos modelos, que se fundamentan en los paradigmas constructivista y conectivista, con un fuerte impacto en la construcción de un aprendizaje colaborativo, basado en la acción grupal y la comunicación.

Este modelo de formación resulta muy adecuado y perfectamente coherente con las posibilidades que brindan los espacios virtuales, ya que implica:

  • Aprovechar los recursos universitarios existentes.
  • Potenciar ambas modalidades de aprendizaje (presencial y en línea).
  • Contribuir al desarrollo integral de la organización al incorporar tecnología en el proceso de aprendizaje.
  • Reforzar progresivamente el uso de tecnologías y la conformación de comunidades de aprendizaje mediadas por TIC.


Es central, en este punto, tener en cuenta el desafío que implica la implementación de postitulaciones a distancia en una institución con una trayectoria de 60 años en la modalidad presencial, con características particulares por su especificidad, origen y composición.

A partir de algunas características condicionantes en la implementación, nos planteamos como objetivos delimitar las estrategias más adecuadas en términos de:

  • Proporcionar orientación acerca de la interacción con los materiales de profesores autores, tutores y orientadores en la modalidad a distancia.
  • Facilitar al docente experto en contenidos herramientas conceptuales y metodológicas para la preparación del material que luego sería procesado para su presentación en el entorno virtual.
  • Adecuar las herramientas tecnológicas del Campus Virtual a las características disciplinares, los destinatarios y las posibilidades de contexto organizacional.


Son muchos los beneficios que aporta la modalidad en línea a las instituciones educativas que la adoptan en sus programas de estudio. Algunos de éstos son:

  • Ampliación del alcance de su oferta, que permite el acceso a personas de distintos puntos geográficos, lo que enriquece los procesos de aprendizaje colaborativo.
  • Reutilización de los materiales de estudio.
  • Utilización de multimedios, hecho que permite atender los estilos de aprendizaje de cada alumno.
  • Diseño pedagógico de materiales multimodales que facilitan la comprensión de contenidos: diagramas, videos, simulaciones, entre otros.
  • Posibilidad de intercambio de los objetos de aprendizaje, investigaciones y trabajos, entre instituciones.
  • Acceso a bibliografía online.
  • Optimización de los recursos humanos y de infraestructura.
  • Multiplicación de la oferta horaria.


Pueden ser muchos y de características diversas los beneficios que conlleva una propuesta en línea. Pero, a nuestro entender, la implementación de un proyecto en la modalidad requiere abordar algunas cuestiones centrales que resultarán significativas para instituciones similares.

Así, para el desarrollo de proyectos virtuales es fundamental no intentar reproducir en los entornos virtuales las dinámicas, organización y gestión de los sistemas presenciales. Al cambiar la modalidad, también deben modificarse todos los elementos que intervienen en el proceso pedagógico. La innovación en la educación se produce cuando las tecnologías favorecen la puesta en marcha de un nuevo paradigma centrado en el alumno y en el aprendizaje (Lugo, 2003).

Esta perspectiva, en principio, resulta compleja de insertar en ámbitos con las características de nuestra institución, de fuerte tradición presencial. La USAL tiene, como todas, fortalezas y debilidades y, por ello, entender la naturaleza compleja de su estructura es vital para el logro y alcance de los resultados planteados en el proyecto.

Desarrollo y diseño didáctico de materiales: el aula virtual

En el PAD consideramos que el diseño didáctico puede definirse como una matriz, en la que se vuelca un conjunto de factores que aportan una adecuada coherencia pedagógica y didáctica, y que permite planificar los mecanismos de influencia educativa. Por ejemplo, los materiales no son simples textos electrónicos, sino recursos multimediales adecuadamente organizados y temporalizados, en los que existe un equilibrio entre los objetos de aprendizaje, tutoriales, actividades, espacios para el intercambio y sistemas de autoevaluaciones eficaces. En este sentido, consideramos, tal como sostiene Marta Mena, que uno de los soportes centrales de un proyecto de educación a distancia son los materiales. Determinar sus funciones, soportes y estructuras es una tarea que, en general, insume mucha responsabilidad, energía y tiempo. (Mena, 2005). Para ello, es preciso tener en cuenta, desde el comienzo del proyecto, cuál será el diseño y qué elementos entrarán en juego en esta elaboración. Las teorías de diseño ofrecen una explícita guía sobre la mejor forma de ayudar a que la gente aprenda y se desarrolle. (Reigeluth, 1999).

Existen tres grandes teorías que han incidido en el campo del diseño didáctico instruccional: conductistas, cognitivistas y constructivistas. En el PAD partimos de la concepción constructivista, como modelo educativo que también determina el diseño de materiales. Desde esta perspectiva, es necesario propiciar la creación de entornos para las interacciones con los materiales que faciliten los procesos de apropiación y comprensión de los contenidos por parte de los alumnos, previendo que estos últimos tienen como meta comprender y coconstruir conocimiento en todo el proceso.

El material didáctico tiene, en la modalidad en línea, una importancia crucial y se convierte en el instrumento central de mediación, por lo que es necesario incluir en su elaboración la participación de especialistas expertos en contenidos que puedan trabajar desde el diseño didáctico para lograr que estos se adecuen a los requisitos de la modalidad.

Es importante, también, desarrollar una metodología flexible que tenga en cuenta las distintas fases del trabajo, las dinámicas, los ritmos y los vínculos organizacionales. En este sentido, consideramos indispensable asesorar y asistir a los docentes especialistas en contenido, en particular a quienes no tienen experiencia en proyectos de educación a distancia, en el diseño y elaboración de los materiales que conformarán la propuesta en el Campus Virtual.

Entre las tareas que desarrollamos desde el PAD para lograr esta integración y elaboración de contenidos para la modalidad a distancia, podemos mencionar:

  • Informar y orientar a los académicos de las distintas unidades sobre los requerimientos necesarios para la implementación y gestión de un curso online.
  • Capacitar, con una metodología y a través de un trayecto diseñado con este fin, a todos los docentes de la Universidad que presenten proyectos en la modalidad.
  • Ofrecer asistencia pedagógica y técnica para la publicación de los contenidos en el Campus Virtual.


Los cursos se definen “a medida” de las necesidades planteadas y de las posibilidades tecnológicas, como también de los requerimientos institucionales en los que se encuentra el proyecto. En esta línea, a la hora de seleccionar los contenidos, tenemos en cuenta si son adecuados al tema y a los objetivos propuestos; si sus fuentes son fiables; si abarcan las necesidades de formación de los destinatarios; cuál es el diseño de actividades e interacciones más apropiado para su temática.

A partir de aquí, para el diseño y elaboración de los contenidos, consideramos los siguientes aspectos:

  • Deben tener una organización hipertextual, de manera que permitan al alumno recorrer el material con mayor flexibilidad y sin un orden determinado.
  • Ser motivadores y atractivos, integrar textos, gráficos, imágenes fijas y en movimiento que faciliten el proceso de aprendizaje.
  • Ser flexibles e interactivos, y ofrecer distintas alternativas como navegación por web, descarga de archivos y realización de actividades.
  • Ser “autosuficientes”, es decir, que abarquen temas básicos en su totalidad y que posibiliten opciones complementarias para ampliar información en sitios de Internet u otras fuentes.


Relato de la experiencia

La primera cohorte del Ciclo Pedagógico semipresencial comenzó en agosto 2013, como proyecto piloto, lo que nos permitió realizar los ajustes en los contenidos y en el circuito administrativo en las sucesivas ediciones: marzo y agosto de 2014; y marzo y agosto de 2015. A la fecha, el primer grupo, que funcionó como evaluación de la experiencia, ha concluido la cursada, tanto presencial como en línea.

Las materias del plan de estudios se distribuyeron de la siguiente manera: por un lado, Fundamentos de la Educación, Historia de la Educación, Sociología y Política Educativa y el Seminario filosófico-teológico se dictan enteramente a distancia a través del Campus Virtual; por otro lado, Didáctica General, Didáctica Especial, Psicopedagogía y Observaciones y Prácticas de la Enseñanza se dictan de manera presencial.

En el Ciclo Pedagógico, las materias no son correlativas y la estructura propuesta es flexible; sin embargo, se recomienda comenzar con Fundamentos de la Educación e Historia de la Educación.

Se acordó que cada materia se organizaría en 7 bloques, en función del tiempo de cursada y de las propuestas de actividades de cada una de ellas.

En cuanto a la cantidad de alumnos por comisión, de acuerdo a los parámetros que se estipulan en todas las propuestas del PAD, para poder llevar adelante un adecuado seguimiento de los estudiantes, se estimó un número entre 25 y 30 cursantes como máximo, por aula. Existe la posibilidad de que dos profesores estén a cargo de una comisión, pero debe quedar claramente definido el rol de cada uno y esa decisión debe estar fundamentada.

Para evitar situaciones que podrían dar lugar a confusiones o conflictos se definió claramente que las modalidades son excluyentes. El alumno, al inscribirse, debe optar por la modalidad presencial o semipresencial. No se podrá pasar de una modalidad a otra. Respecto de este punto, se elaboró un reglamento que debe ser aceptado al momento de inscribirse. La cohorte que comenzó en agosto de 2013 tuvo un total de 18 matriculados. Este grupo se graduó en diciembre de 2014 con una deserción del 2%. Se destaca el hecho de que se pudo articular adecuadamente la materia Observaciones y Prácticas de la Enseñanza con los lugares de origen de los alumnos, y se logró el control necesario que dicha materia requiere. Los alumnos eligieron rendir los exámenes finales con la mediación de la tecnología. Hasta el momento, se utilizó la aplicación Skype como recurso de comunicación sincrónica. Sin embargo, para las próximas instancias de evaluación se usará una sala en la plataforma Adobe Connect.

La experiencia continúa, al día de la fecha, con una matrícula sostenida que oscila entre 20 y 25 alumnos por aula.

Se estableció, desde un comienzo, una coordinación compartida entre la Facultad y el PAD. La primera se encarga de las cuestiones académicas y administrativas. Está a cargo de un docente, que es quien realiza los diferentes pasos para recabar la información sobre los aspirantes; el seguimiento de los alumnos y se constituye en el vínculo entre estos y la institución. Por su parte, el PAD realiza la coordinación de la parte tecnológica: administración del Campus, registro de los alumnos en las aulas y asesoramiento para el uso de la plataforma tanto a estudiantes como a docentes.

Formación pedagógica de los docentes

Los requerimientos del sector educativo en general y en lo que refiere a la permanente actualización, exigen de capacidades específicas y habilidades de comunicación que permitan procesar, intercambiar y aprovechar la información disponible. En este sentido, entendemos que se ha incrementado y fortalecido el concepto de formación continua para atender la creciente demanda de capacitación y actualización. La modalidad en línea constituye una de las formas ideales de satisfacer la demanda actual de formación de nivel superior, ya que permite atender este requerimiento desde cualquier lugar y en cualquier momento.

La capacitación interna en el PAD está pensada a partir de la noción de “transferencia de saberes”, entendiendo que en una organización los saberes circulan y es preciso, por tanto, gestionar ese conocimiento para poder poner en juego distintas acciones que permitan que el conocimiento se intercambie para favorecer la creación de nuevos saberes. Con esta filosofía, se desarrolla en el PAD, desde el 2007, un proyecto de capacitación que tiene como finalidad involucrar a los docentes y académicos de la Universidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la modalidad a distancia. Siguiendo a Nonaka (2010), es clave poner el conocimiento personal a disposición de los demás para constituir una actividad fundamental de la empresa como creadora de conocimiento.

Para el caso puntual del CPU, se organizó una capacitación de tipo personal y tutorial para los profesores que tenían que dictar una materia a distancia y no poseían experiencia en la modalidad. Los profesores fueron capacitados previamente al lanzamiento del programa y, durante el proceso, contaron con la tutoría del equipo de docentes del PAD. Al mismo tiempo, se elaboró un cronograma especial para los potenciales profesores que consistió en un trayecto de capacitación dividido en tres módulos: Teoría y práctica de la educación a distancia; Diseño de materiales y Diseño del aula.

Uno de los puntos que se destacó en la capacitación fue la importancia del rol del tutor en los espacios virtuales. La capacitación se vinculó no sólo con las cuestiones instrumentales (el uso de la plataforma Moodle en la que está alojado el CPU) sino, fundamentalmente, con las capacidades de comunicación requeridas para desarrollar esta tarea.

Los tutores, en la modalidad en línea, se hacen cargo de acompañar a los alumnos y ayudarlos en sus dudas en relación con los conceptos de las materias y con los mecanismos de uso de la plataforma. Pero, al mismo tiempo, el docente se constituye en el nexo con la institución. Por lo antes expuesto, es necesario destacar que los tutores son el punto de referencia que tienen los alumnos, por lo que deben poseer dominio de la materia que orientan, manejo de la plataforma y conocimiento de los procesos administrativos, para poder acompañar a los alumnos.

Lo interesante de este proceso fue que, al tiempo que se realizaba la capacitación, los docentes, con la guía de los orientadores del PAD, armaron sus aulas, de manera que al término de la capacitación contaban con el aula de sus materias diseñadas y con los materiales dispuestos para los participantes.

Gestión y coordinación de las aulas virtuales

Para desarrollar este proyecto, fue necesario lograr la articulación de dos unidades académicas de la USAL, y definir las tareas que en cada una se llevarían a cabo. Así, se establecieron cuatro roles principales:

a) Referentes tecnológicos

Son los responsables de la administración del Campus Virtual, quienes habilitan las aulas y realizan la matriculación de los alumnos. Sus funciones principales son atender las consultas técnicas formuladas por los actores del proceso y garantizar los resguardos de la información del entorno virtual. Cabe aclarar que los referentes del PAD son quienes capacitan a los docentes en la medida de los requerimientos. Por ejemplo, en cada nueva cohorte se han ido sumando nuevos docentes como tutores. Estas incorporaciones implican una nueva instancia de capacitación. Además, en la medida en que la plataforma se usa, los docentes requieren nuevas herramientas y también es el PAD el que realiza las capacitaciones y asesoramiento, según los pedidos.

b) Apoyo a la actividad académica

Es quien tiene la tarea de orientar y supervisar la gestión de los alumnos y realizar el seguimiento de los estudiantes en cuanto a la participación activa en el curso.

c) Equipo de gestión

Son los responsables de hacer un seguimiento y de analizar el desarrollo de la oferta formativa para proponer los ajustes, facilidades y articulaciones necesarias en la búsqueda de la mejora continua.

d) Equipo de orientadores

Son los profesores a cargo de la materia y del seguimiento en el aula virtual. Todos los tutores del CPU han recibido la capacitación. Cabe aclarar, además, que algunos de ellos son autores de contenidos, pero otros orientan en aulas cuyos materiales fueron diseñados y elaborados por otros docentes.

Conclusiones

A lo largo de este trabajo nos hemos propuesto presentar sucintamente el marco institucional en el que se ha implementado el CPU: el proceso de gestación, la relación entre las diferentes unidades académicas que intervienen en la puesta en práctica, la propuesta pedagógica y de diseño de materiales, y el modelo de gestión y administración.

En el diseño de este proyecto, tuvimos en cuenta la especificidad de las propuestas en línea porque consideramos necesario evitar trasladar propuestas presenciales a modelos virtuales que requieren sus propias metodologías, diseño y organización.

Un aspecto central fue la capacitación, centrada en la necesidad de contar con docentes flexibles y permeables al cambio, para ser facilitadores en la construcción del aprendizaje de los alumnos.

Como afirma la UNESCO (2005) en el documento “Hacia las sociedades del conocimiento”:

comienzo de cita

“En las sociedades del conocimiento, los valores y prácticas de creatividad e innovación desempeñarán un papel importante –aunque solo sea por su capacidad de poner en tela de juicio los modelos existentes– para responder mejor a las nuevas necesidades de la sociedad. La creatividad y la innovación conducen asimismo a promover procesos de colaboración de nuevos tipos que ya han dado resultados especialmente fructíferos”. (p. 19)


Para poder llevar adelante proyectos como el que aquí presentamos, es necesaria esta capacidad de innovación, de renovación y de apertura hacia el trabajo colaborativo.

Además, la implementación de un proyecto a distancia representa cambios sustanciales en el “modo de ser” institucional, a nivel administrativo, organizativo y de recursos humanos. Estos cambios implican modificaciones de gestión, pues muchos procesos difieren de los que se llevan a cabo en las propuestas presenciales, lo cual genera la necesidad de articular nuevas herramientas (inscripciones, procesos de pago, seguimiento de alumnos, gestión de Campus Virtual). Involucran, también, la transformación del profesor experto en contenidos y la aparición del tutor como figura clave para el apoyo y seguimiento de los alumnos en su trayecto formativo.

El CPU ha sido una experiencia muy enriquecedora para ambas unidades académicas, pues abrió el camino para la vinculación entre las propuestas en línea y las presenciales; permitió la capacitación de un importante número de docentes; facilitó la apertura de la unidad académica a las propuestas a distancia, con todos los cambios en los procesos de gestión que esto implica. Para los cursantes, esta oferta representa una oportunidad de poder cursar un ciclo pedagógico con una carga presencial reducida, hecho que es altamente beneficioso dado el perfil (profesionales de diversas áreas).

Bibliografía

Cabero, J. y Llorente Cejudo, M.C. (2008), “Del elearning al Blended Learning: nuevas acciones educativas”. Universidad de Sevilla .

Lugo, M.T. (2003), “¿Qué es el e-learning?”. Revista Digital de e-learning de América Latina, Nro. 4. Recuperado a partir de: <www.elearningamericalatina.com/>.

Mena, M. Rodríguez, L. y Diez, M. L. (2005), “El diseño de proyectos de educación a distancia”. Argentina: La Crujía.

Nonaka, I. (2010),”Cultivating Leaders with Practical Wisdom. Scrum and Ba Building”. Helsinki School of Economics.

Reigeluth, C.M. (1999), “What is instructional-design theory and how is it changing?” In C. M. Reigeluth (Ed.), Instructional-design theories and models: A new paradigm of instructional theory (Vol. II, pp. 5-29). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.

UNESCO (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. En informe Mundial de la UNESCO. París. Recuperado a partir de: <unesdoc.unesco.org/>.


* Programa de Educación a Distancia de la Universidad del Salvador.