Patricia Sepúlveda
Producto de un ejercicio colectivo de escritura, llevado a cabo por quienes integramos el equipo de investigación de dos proyectos de I+D, financiados por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), el presente libro recopila y reelabora textos sobre la educación mediada por Entornos Virtuales de Enseñanza y Aprendizaje (EVEA), desde la mirada de todos sus protagonistas.
Con un enfoque cuali-cuantitativo, se profundiza la relación entre las tutorías virtuales y las trayectorias académicas de los estudiantes, tratando de identificar, caracterizar y acrecentar la comprensión de los problemas que enfrenta el alumno de modalidad virtual.
Más allá de analizar los roles y las relaciones establecidas por los actores, damos cuenta de una preocupación común a todas las instituciones universitarias: las características de los estudiantes y sus decisiones que los llevan a permanecer y perseverar en sus estudios, y aquellas otras circunstancias que los conduce al abandono.
La educación superior para el siglo XXI debe contribuir a pensar la construcción para una sociedad globalizada e interconectada. Una educación que considere la calidad, la equidad, los valores democráticos, solidarios y un fuerte interés por la inclusión a partir del reconocimiento de la diversidad. En esta línea se considera lo que el programa de educación a distancia, denominado Universidad Virtual de Quilmes (UVQ), puede aportar, por estar desarrollado mediante la utilización de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).
Pensamos la educación superior en el marco de la Sociedad del Aprendizaje, desde un modelo educativo que pone énfasis en el aprendizaje y que promueve un cambio del papel del estudiante. Los especialistas señalan que el enfoque de la educación centrado en el estudiante y su capacidad de aprender, le exige más protagonismo y cuotas más altas de compromiso (Bautista, Borges, Forés, 2008).
Partimos de reconocer que vivimos en la Sociedad de la Información, impulsada por el acelerado avance de las nuevas tecnologías: informática, digital y telemática. Es también llamada Sociedad del Conocimiento, ya que éste se ha tornado en un factor central en la competitividad de las naciones. El trabajo, por ejemplo, se basa cada vez más en su gestión, al tiempo que se da en un nuevo marco organizativo caracterizado por la caducidad de los productos y las ideas, lo que deriva en cambiantes necesidades de formación.
Los modelos pedagógicos, tanto clásicos como modernos, buscan responder, al menos, las siguientes cinco preguntas: ¿qué tipo de hombre interesa formar? ¿Cómo y con qué estrategias? ¿A través de qué contenidos o experiencias? ¿Con qué ritmo debe realizarse el proceso de formación? ¿Quién predomina o dirige el proceso, el maestro o el alumno? (Flórez Ochoa, 1994, p.164).
Después de 15 años de trayectoria, podemos señalar que el modelo pedagógico del Programa UVQ piensa la educación universitaria sustentada por una plataforma virtual, desde una perspectiva constructivista que persigue la generación de aprendizajes significativos en el estudiante.
Esta propuesta de formación se caracteriza por su flexibilidad, tanto respecto a la organización del recorrido académico (que no prescribe correlatividades), como por las oportunidades que la asincronía permite en la organización de tiempos de cursado y estudio, según las necesidades del estudiante. En línea con el reconocimiento de la diversidad presentada por los estudiantes, se destaca también la flexibilidad en las condiciones de acceso.
La propuesta se caracteriza por la separación física entre el estudiante y el docente, la mediación tecnológica de esa relación a través del aula virtual, la promoción del aprendizaje autónomo, la interacción multidireccional y la asincronía.
La función docente es llevada a cabo por distintos actores: los autores de materiales didácticos; los profesores especialistas disciplinares a cargo del dictado de cursos cuatrimestrales; los tutores que guían al estudiante durante toda su trayectoria y los directores de cada carrera que realizan un seguimiento de las anteriores actividades. Todos ellos deben recibir capacitación en las competencias específicas que demanda la modalidad.
Los alumnos pertenecen a una comunidad virtual de aprendizaje contenida en un campus integrador donde se realizan las actividades de comunicación y seguimiento personalizados. Para acreditar los aprendizajes se promueven diferentes instancias de evaluación: en línea, durante el cursado de las asignaturas, y presenciales cuando se trata de la acreditación final.
En esta propuesta es particularmente importante el desarrollo de competencias en el uso de las TIC, especialmente en el caso de adultos que aún, sin tenerlas, optan por la educación virtual. Por ello, en todas las carreras se brinda un Curso Inicial de Socialización (CIS) para adquirir estas competencias y acercar una mirada crítica sobre el uso de las mismas. Algo no solo relevante en aras de poder superar el umbral mínimo para el desenvolvimiento en el campus sino que se convierte en un factor de inclusión social, promoviendo que internet se transforme en un medio para la democratización del conocimiento.
Como señalamos, en el modelo UVQ los estudiantes deben desarrollarse como individuos activos insertos en una comunidad de aprendizaje, que construyen sus propios saberes. En este sentido, se estimulan tanto las capacidades para su desarrollo autónomo como para el aprendizaje colaborativo. Dado que es probable que los estudiantes tengan escasa o nula experiencia de aprendizajes de este tipo y en entornos virtuales, es importante que la propuesta pedagógica permita la adquisición de las competencias para trabajar y aprender en un entorno en línea. En esa dirección, se requiere una actitud proactiva y que pueda tomar la iniciativa de su propio aprendizaje, hacer preguntas o solicitar apoyo, en caso de necesitarlo. Sabemos que este estudiante raras veces es el que encontramos en nuestro punto de partida sino que es parte de nuestro trabajo formativo (Bautista, Borges, Forés, 2008).
Así, el estudiante virtual enfrenta un amplio margen de independencia y libertad, lo que favorece la incorporación de quienes tengan obligaciones familiares y/o laborales que les impiden desarrollar cursadas tradicionales en tiempos rígidos y en un espacio físico determinado. Sin embargo, como contraparte, estos márgenes de autonomía le demandan organización de tiempo de conexión, estudio personal y participación en el aula, entre otras cosas. Ser un estudiante autónomo implica, muchas veces, desarrollar un aprendizaje solitario. Para contrarrestarlo, la propuesta del docente debería favorecer el aprendizaje colaborativo, valorando las aportaciones de los integrantes y enfatizando la importancia de la participación en los espacios comunes para que logren construir colectivamente conocimiento.
La comunicación estudiante-estudiante es el complemento de la interacción estudiante-docente que, en la UVQ, se establece al vincularse de manera bi-direccional con los diferentes actores que ejercen estas tareas. Por una parte, los profesores de las asignaturas, quienes guían el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro del aula virtual y en base a los materiales obligatorios. Por ejemplo, la Carpeta de Trabajo, elaborada por un reconocido experto en el tema. En las clases semanales los docentes articulan metas y objetivos de conocimiento a alcanzar, resuelven dudas, organizan las actividades y evalúan según lo establecido en el plan de trabajos que estructura todas las actividades de cada asignatura.
Por otra parte, los estudiantes se relacionan con el tutor, que es el encargado de acompañarlo a lo largo de toda su carrera, orientarlo y guiarlo en su recorrido, según su formación previa, sus competencias adquiridas y experiencia laboral.
En su amplia mayoría, quienes estudian en la UVQ son adultos con obligaciones familiares y laborales. Esta particularidad se aborda a través de una propuesta flexible dada por la asincronicidad de sus instancias de comunicación, la oferta de carreras de ciclo de complementación de grado, que reconoce las trayectorias realizadas previamente y con recorridos curriculares que presentan tramos electivos para que, cada uno, pueda ajustar la carrera a sus necesidades, como parte de un proceso enmarcado en la educación de por vida o educación continua.
La asincronía que caracteriza la educación en línea permite que se acceda en cualquier momento a las clases, bibliografía y actividades de cada asignatura a lo largo de las 15 semanas que dura la cursada, sin dejar de contar con la guía y acompañamiento del docente. Sin embargo, se trata de una asincronía con límites ya que un estudiante debe participar en las actividades obligatorias de cada curso en un período que abarca 16 semanas, y estar al tanto de las comunicaciones que se dan en el aula.
En cambio, las comunicaciones con el tutor, si bien son predominantemente asincrónicas, a través del aula de tutorías, permiten intercambios sincrónicos mediante comunicaciones telefónicas. Además, los estudiantes pueden acceder en cualquier momento a las informaciones que figuran en los distintos espacios del campus virtual.
Todo lo anterior señala un aspecto de la formación en entornos virtuales: el carácter predominantemente textual de las comunicaciones. Lo que plantea la necesidad de desarrollar en los actores habilidades comunicacionales específicas que, sin descuidar la claridad, dejen espacio para la calidez y la expresividad en las interacciones.
Al concluir el cursado de cada asignatura, se prevé una instancia de acreditación constituida por un examen final presencial que se desarrollan en sedes distribuidas en el país y en algunos lugares del extranjero.
La armonización de los elementos y actores del modelo pedagógico, constituyen una tarea compleja que hace necesaria una clara definición de funciones y responsabilidades correspondientes a cada uno, al tiempo que se torna central la circulación de la información entre espacios académicos, administrativos y de gestión. Por ello, el marco operativo de este modelo pedagógico requiere de una estructura matricial que responde a un conjunto de decisiones didácticas, académicas, tecnológicas y administrativas, que posibilitan el desarrollo de los procesos de enseñanza y de aprendizaje de las disciplinas en un entorno tecnológicamente mediado.
Lo sintético de esta presentación no debe llevar a pensar que se trata de un modelo rígido y establecido de una vez y para siempre desde su creación, en 1999. La dinámica de la gestión y la evolución institucional han generado y continúan haciéndolo, grandes desafíos y constantes búsquedas de respuestas.
En ese sentido, dada la diversidad de propuestas de formación en Entornos Virtuales de Enseñanza y Aprendizaje, y las diferencias entre las funciones que asumen los actores implicados, hemos extendido esta introducción en los capítulos siguientes, donde profundizamos algunos temas centrales.
En el primer capítulo, titulado "La tutoría", Eliana Bustamante presenta el concepto general de la tutoría universitaria, historizando, para luego caracterizar específicamente el rol del tutor en la UVQ, incorporando la mirada de los actores sobre sí mismos y la que devuelven a éstos los estudiantes.
Luego, Patricia Sepúlveda, Germán Reynolds y Eliana Bustamante, profundizan el análisis sobre el rol del tutor, para enfocar - incorporando el concepto bourdiano de habitus, tal como lo usa Philip Perrenoud (1995)- un espacio de interacción creado para construir conocimiento, acuerdos básicos sobre el rol y desarrollo de herramientas multimedia para facilitar la interacción y el seguimiento de los estudiantes.
A partir de distintos enfoques sobre la categoría tiempo, en el capítulo tercero, Patricia Sepúlveda realiza un análisis de las percepciones que del tiempo reflejaron tutores, docentes y estudiantes; y reflexiona sobre los posibles impactos de estas en las trayectorias de los estudiantes. Además, en tanto recupera el relato de los actores involucrados, lo pone en relación con las conceptualizaciones que realizan Zygmunt Bauman (2008) y Manuel Castells (1996) al referirse al tiempo y la modernidad líquida.
Seguidamente, Miriam Medina continúa con la mirada sobre los estudiantes desde la inclusión, e introduce uno de los recursos que la UVQ ha desarrollado para dar a conocer las habilidades que debe poseer un estudiante en EVEA, en la intención de contribuir a la transformación de un estudiante tradicional en uno virtual. Con esos objetivos se desarrolla el Curso de Socialización Inicial (CIS).
En el quinto capítulo, Patricia Sepúlveda caracteriza a los estudiantes, ex estudiantes UVQ y a sus trayectorias, poniendo el eje en la inclusión y la democratización de la educación superior. Para eso, analiza datos estadísticos que le permiten realizar interpretaciones y proponer acciones concretas para incidir en la retención.
Finalmente, Walter Campi y Prudencia Gutiérrez Esteban, presentan la evolución e inserción territorial de la UNQ-UVQ, y reflexionan sobre las experiencias de Bimodalidad, asumida como una estrategia para cumplir con las demandas sociales emergentes, ampliando las posibilidades y recuperando estudiantes que abandonaron sus estudios, ofreciendo, así, mayores posibilidades de cursado y graduación. Su mirada incluye propuestas concretas a los fines de lograr una convergencia de modalidades más sólida y orgánica, donde se identifiquen acciones y experiencias de alto valor pedagógico, didáctico e innovador, valorando, especialmente, el desarrollo de la calidad e inclusión.
A grandes rasgos, este es el contenido de nuestro libro, que esperamos se torne en un puente entre nosotros y aquellos colegas que, en otras latitudes, realizan tareas similares, enfrentan sendas dificultades, reflexiones y dudas.
A lo largo de estos años, hemos construido conocimiento y, en tanto lo hacíamos, aprendimos no solo sobre el tema que nos ocupa, sino sobre lo que es ser investigador. Contamos para ello con una ayuda inestimable: la de nuestro mentor, Roque Dabat, que asumió el riesgo de dirigir un equipo de personas con muy diversa formación, muchas ganas de trabajar y ninguna experiencia en investigación. A él, a todos nuestros colegas y estudiantes, van dedicadas estas páginas.
Bibliografía
Bautista, G. Borges, F. Forés, A. (2008), "Didáctica Universitaria en Entornos Virtuales de enseñanza- aprendizaje". Madrid, Narcea.
Castells, Manuel (1996), "La era de la información. Economía, sociedad y cultura". Vol. 1 México siglo XXI.
Bauman, Zygmunt (2008), "Modernidad Líquida". Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica. 1° edición 9ª reimp.
Ezcurra, A (2011), "Igualdad en la Educación Superior. Un desafío mundial". Buenos Aires, UNGS.
Flórez Ochoa, R (1994), "Hacia una pedagogía del conocimiento". Bogotá, Mc Graw- Hill.
Perrenoud, P (1995), "El trabajo sobre los "habitus" en la formación de los enseñantes. Análisis de las prácticas y toma de conciencia". Faculté de psichologie et de sciencies de l'education, Ginebra. Traducción Claudia Soto (para uso interno del seminario de enseñanza para la comprensión para formadores de formadores).
* El primer proyecto de investigación, denominado “La relación entre las tutorías virtuales y las trayectorias académicas de los estudiantes en el Programa UVQ” y dirigido por Roque Dabat, se desarrolló entre 2009 y 2013. El segundo, actualmente vigente, se denomina “Educación Superior, diversidad e inclusión. Relaciones entre trayectorias académicas y construcciones subjetivas de estudiantes y ex estudiantes virtuales”
* En los últimos años se ha dado un acceso masivo de estudiantes a las universidades públicas que presentan una gran heterogeneidad. Se trata en muchos casos de estudiantes denominados de “primera generación” no solo en el nivel universitario sino también en el nivel medio. Si bien acceden masivamente plantean a las instituciones de estudios superiores el desafío de la retención porque sus índices de permanencia son muy bajos y las tasas de abandono muy altas (Ezcurra, 2011)
* Ya que los planes de estudios de los ciclos de complementación que proponen algunas de las carreras reconocen los saberes previos que aportan los estudiantes permitiendo recorridos específicos.
* Reglamento UVQ Anexo resolución del consejo superior 683/10 Artículos 4, 6, 7, 8 y 9.
* En cumplimiento de la reglamentación vigente: Resolución del Ministerio de Educación 1717/04.