Alejandro Héctor González
El primer capítulo de esta obra es una producción colaborativa que corresponde a un grupo de personas activas y presentes en el panorama de la educación virtual: los rectores de las universidades que fueron presidentes de la Asociación de Universidades Latinoamericanas que conforman el Campus Virtual Latinoamericano (AULA CAVILA) a lo largo de estos 10 años.
Sus escritos se generan a partir de palabras claves que han definido a la Asociación y nos han conformado en una red de universidades que trabaja los temas actuales de la educación virtual en el espacio iberoamericano.
Hoy, AULA CAVILA se visualiza como una red de trabajo colaborativo donde diferentes proyectos y miradas confluyen en un interés común referido a la Educación Superior del siglo XXI. En esa línea, cada presidente deja impresa su historia, perspectiva y compromiso con la asociación.
El origen de AULA se remonta a la idea inicial del Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI), y de la Universidad de Extremadura (UEX), cuando en 1992 buscaban potenciar la identidad iberoamericana a través de diferentes proyectos. Esto los llevó a trabajar con distintas universidades y a unirse la idea de la Universidad Nacional de Córdoba, representada por Hugo Juri. Así, comenzaron a formar un espacio universitario denominado UVI (Universidad Abierta Iberoamaricana), que fue la semilla para generar la actual Asociación.
Este proceso queda documentado, por primera vez, en 1998, a través de escritos donde se referencian los primeros acuerdos de la UVI, y continúa hasta 2007, donde comienza a buscarse el acuerdo de un estatuto y firma de rectores, para conformar un espacio de trabajo articulado.
La primera presidencia estuvo a cargo de España, por medio de la Universidad de Extremadura, a través del rector Francisco Duque Carrillo, quien relata en esta obra uno de los temas de agenda de su período (2007-2008): la identidad iberoamericana y la Educación Superior.
Continúa en la presidencia Argentina, mediante la Universidad Nacional de Entre Ríos, representada por el Eduardo Asueta (2008-2009). En ese período, se fortalece la cooperación y el desarrollo de los primeros proyectos conjuntos. Sus palabras en este capítulo hacen referencia a la cooperación horizontal como estrategia para la búsqueda de la excelencia académica y la pertinencia en la docencia, la investigación y la extensión universitaria.
De 2010 a 2011, asume la presidencia México, a través de la Universidad de Guadalajara, representada por Manuel Moreno Castañeda. Durante ese año, se desarrollan los mecanismos de trabajo para una adecuada gestión de la Asociación en modalidad a distancia, y se fortalece formalmente un comité ejecutivo dentro del comité académico, coordinado por el secretario técnico. Se comienza a trabajar con reuniones virtuales mensuales para coordinar las acciones de los proyectos que crecen año a año.
Desde mediados de 2012 hasta 2014, asume la presidencia Argentina, mediante la Universidad Nacional de la Plata (UNLP). El primer año estuvo al frente Fernando Tauber, y los esfuerzos se focalizaron en las estrategias de virtualización de la Educación Superior a distancia. Durante 2013 y 2014, estuvo al frente Raúl Perdomo, también de la UNLP, continuándose la misma línea de trabajo y dando origen a la Escuela Virtual Internacional CAVILA. La escuela –cuyas actividades se desarrollan de julio a septiembre–, es totalmente a distancia y posee una oferta de cursos cortos con el fin de movilizar la modalidad y dar a conocer las opciones de AULA CAVILA. Este período sentó las bases de la internacionalización de la Educación Superior a distancia.
En 2015, la presidencia sigue en Argentina por intermedio de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA), representada por Guillermo Tamarit. En ese período se pone foco en el abordaje de la calidad, la acreditación de carreras y la incorporación de nuevas universidades a la Asociación.
En 2017, ocupa la nueva presidencia Paraguay, a través de la Universidad Nacional de Asunción, representada por Abel Bernal Castillo, encargándose de los desafíos del crecimiento de la Asociación y la integración de los nuevos miembros.
En estas páginas, las voces de Hugo Juri, Francisco Duque Carrillo, Eduardo Asueta, Manuel Moreno Castañeda, Fernando Tauber, Raul Perdomo, Guillermo Tamarit y Abel Bernal Castillo, pasarán a los anales de la historia de AULA CAVILA, creando puentes que, sin duda, nos conectan con el presente.
Los antecedentes de CAVILA en los debates llevados a cabo en la Universidad Nacional de Córdoba
Hugo Juri – UNC (1992-2007)
Se me ha solicitado un breve texto en referencia a la creación de la Asociación de Universidades Latinoamericanas que conforman el Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA), cuyo entorno virtual es gestionado por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina).
En ocasión de la celebración de una década de fecundo trabajo conjunto, entre doce prestigiosas universidades iberoamericanas, me he permitido bucear en los antecedentes lejanos de esta propuesta, central para la agenda de cooperación internacional de los socios de este emprendimiento.
La línea del tiempo seguramente se remonta a la histórica Conferencia Mundial de Educación Superior de UNESCO–París, del año 1998, y a las conferencias regionales que, de manera previa, se suscitaron en cada continente, (la nuestra en La Habana, Cuba, en noviembre de 1996).
Los caminos se entrelazan con una novedosa y celebrada estrategia de inserción en la sociedad del conocimiento, contemporáneamente impulsada por el gobierno de la Comunidad Autónoma de Extremadura (España), abrazando el software libre como herramienta de alfabetización digital, de participación intergeneracional, de gobierno abierto y de formación para los nuevos desafíos del mundo del trabajo.
Gracias al trabajo del Gobierno de Extremadura, del Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (España) y de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, en 1999 llevamos a cabo en Córdoba un encuentro de repique de los debates sostenidos en París, denominado “Universidad Iberoamericana: Globalización e Identidad”. Allí se presentó la primera propuesta de creación de una Universidad Virtual Iberoamericana, a través del Consejero de Educación y Juventud de la Junta de Extremadura de España, Luis Millán Vásquez de Miguel. El soporte de la original propuesta para aquellos tiempos, sería el desarrollo de las tecnologías generado en la región española, en el cambio de siglo.
Con posterioridad, y otra vez en la Universidad Nacional de Córdoba, se realizó en noviembre de 2002, el Congreso Córdoba Eje XXI: la Universidad Pública en la Respuesta Iberoamericana a la Globalización. El motivo principal de aquella multitudinaria convocatoria fue aunar criterios y sumar fuerza a la posición de las universidades iberoamericanas de hacer frente a la propuesta de creación de un mercado global de servicios educativos, propiciada por la Organización Mundial de Comercio, debate que se llevó a cabo en el Congreso París + V, celebrado en París en el año 2003.
En el Congreso preparatorio de Córdoba, nuevamente se instala la necesidad de debatir una propuesta de creación de un campus virtual de las universidades públicas de Iberoamérica, iniciativa fuertemente impulsada por el Cexeci y la Universidad de Extremadura.
La concreción de CAVILA es un logro común y un permanente desafío. En ese sentido, me pareció interesante unir este auspicioso presente con los antecedentes que he presentado, a los efectos de comprobar la existencia de una línea de trabajo coherente y sostenida, cuyos frutos maduran en este presente auspicioso.
Felicito y agradezco el trabajo llevado adelante por todos los que hicimos y hacemos CAVILA.
Identidad iberoamericana y Educación Superior
Francisco Duque Carrillo – UEX (2007-2008)
En 2017 se ha cumplió una década desde la firma en Cáceres del Acta Fundacional de la Asociación de Universidades Latinoamericanas (AULA) y su Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA), por iniciativa llevada a cabo por las Universidades de Guadalajara (México), Nacional de Córdoba (Argentina), Federal de Santa María (Brasil), Nacional de Entre Ríos (Argentina), Extremadura (España), Nacional de la Plata (Argentina), Nacional de Córdoba (Argentina) y Santiago de Chile (Chile).
Pero la palabra CAVILA no es sólo el acrónimo mencionado, sino que va más allá. Cavilar, según establece el diccionario, consiste en pensar en algo o sobre algo detenidamente y con insistencia. Una persona se dice que está cavilando cuando trata de comprender algo que le resulta complejo o pretende obtener alguna conclusión. Y CAVILA, tanto en su concepción como en su inicio, respondió perfectamente al significado literal del término, pues las acciones de pensar con detenimiento y al mismo tiempo de duda que se asocian al verbo, se tuvieron muy presentes por parte de los responsables institucionales, que se decantaron por ese nombre para denominar un espacio de conexión y promoción de la cultura y de las raíces comunes que compartimos.
Esos más de diez años transcurridos desde la firma en Cáceres, suponen un periodo idóneo para mirar atrás, hacer balance y mirar hacia adelante buscando refinar los objetivos y, en consecuencia, la trayectoria de las iniciativas acometidas.
Pero estaría proporcionando una perspectiva incompleta si esa mirada retrospectiva se restringe a ese horizonte de diez años, ya que el verdadero germen de CAVILA hay que encontrarlo en 1992 cuando, a iniciativa del Gobierno Regional de Extremadura y de la Universidad de Extremadura, se acuerda la creación del Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI), bajo la estructura legal de fundación pública.
El objetivo general del CEXECI se centra en estrechar los vínculos existentes entre Extremadura e Iberoamérica a través de estudios de investigación sobre la historia y la relación entre ambos territorios. En otras palabras, el objetivo para el que fue acertadamente constituido residió en la potenciación de la identidad iberoamericana, entendiendo la ‘identidad’ como la conciencia de compartir unas raíces culturales comunes a un espacio geográfico conformado por países sudamericanos, centroamericanos y europeos de habla portuguesa y española.
Cualquier proceso de construcción de identidades debe partir de la premisa del papel primordial que juega la educación, pero de una educación que ha de ser integradora, ajena a diferenciaciones y privilegios derivados de pertenencias a élites y potenciadora de la cultura común y de los vínculos comunes que contribuyan a aceptar al otro. Es dentro de este contexto formativo donde se enmarca el objetivo de la iniciativa emprendida, pues la vertiente de la Educación Superior ocupó y sigue ocupando el espacio central como palanca transformadora. Sin embargo, tradicionalmente, los recursos materiales necesarios que deben ser puestos en juego por los diferentes departamentos nacionales de nuestros países, han supuesto un verdadero freno para cualquier iniciativa.
De esta circunstancia fueron perfectamente conscientes las universidades participantes junto al CEXECI en la creación de CAVILA, y es por ello que trataron de emprender un proyecto compartido de Campus Virtual Iberoamericano (UVI), como reflejo de una voluntad de cooperación en la construcción de esa identidad a través de la cultura y el conocimiento.
Sin duda, la progresiva madurez las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), así como la democratización del acceso a las mismas, constituían bases suficientes para otorgar a la iniciativa una potencialidad sin precedentes, capaz de superar las dificultades que inicialmente se vislumbraban.
Posteriores y sucesivas reuniones de responsables políticos y académicos fueron madurando y, a la vez, conformando las distintas vertientes, diseño de la propuesta académica, reconocimientos de estudios y soporte tecnológico, entre otras cuestiones, del marco de referencia del Campus Virtual Iberoamericano. Con apoyo a la idea por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), el fin del principio lo constituyó la formalización por parte de las instituciones universitarias mencionadas.
Deseamos que, dentro de otros diez años, podamos seguir hablando de la progresión positiva de la iniciativa, que será el mejor indicador de la contribución al fortalecimiento de nuestra identidad común a través de la Educación Superior.
La cooperación horizontal como estrategia para la búsqueda de la excelencia académica y la pertinencia en la docencia, la investigación y la extensión universitaria
Eduardo F.J. Asueta – UNER (2009)
La vocación por la integración de las universidades de Latinoamérica comienza a manifestarse a principios del siglo XX, en el documento liminar del Movimiento Revolucionario Reformista nacido en Córdoba en 1918.
Hoy, más que nunca, ante los desafíos que nos plantea el siglo XXI, resulta necesario intensificar las acciones que promuevan la integración regional con el fin de construir una globalidad solidaria que no esté signada por los intereses de las leyes del mercado.
La cooperación internacional, cuando se funda en la ayuda mutua, en la solidaridad, en la complementariedad, lo que llamamos cooperación horizontal, constituye un instrumento idóneo para favorecer los procesos de integración regional y para propiciar la creación de una comunidad académica latinoamericana.
La sociedad del conocimiento exige a las instituciones de Educación Superior la cooperación y complementación en sus actividades.
Cada institución tiene debilidades y fortalezas reconocibles. Las fortalezas de una institución deben ser puestas al servicio de las carencias de otra. La existencia de debilidades no la hace una institución disminuida, pero la obliga a instrumentar mecanismos para suplirlas, a la vez que pone sus fortalezas al servicio de otras instituciones en lo que hemos llamado la cooperación horizontal.
La cooperación horizontal constituye un medio fundamental para que las instituciones universitarias conformen un espacio que les permita avanzar en la búsqueda de la excelencia académica, en la pertinencia de sus programas en docencia, investigación y extensión.
Asimismo, se puede afirmar que la cooperación horizontal trasciende a la actividad académica favoreciendo, además, el conocimiento multicultural y multifacético de las universidades y de la sociedad que la comprende.
AULA CAVILA
El objetivo inicial fue la intención de conformar una Universidad Virtual Iberoamericana integrada por universidades públicas que pudieran ofrecer programas de Educación Superior totalmente en entornos virtuales, compartiendo una plataforma común y las capacidades instaladas en cada universidad.
Finalmente, en 2008 se constituye formalmente la Asociación de Universidades Latinoamericanas mediante la firma del acta constitutiva.
No fueron sencillos los primeros pasos para su constitución y puesta en funcionamiento, pero el tesón y la perseverancia puesta de manifiesto por sus fundadores fue dando sus frutos. Los primeros pasos fueron destinados a fortalecer la identidad iberoamericana
La conformación del Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA) posibilitó la inmediata incorporación al mismo de los programas existentes en las distintas universidades miembros.
Al mismo tiempo, se inició el desarrollo de programas académicos compartidos por más de una universidad sobre temas de alta pertinencia, como lo fue la “Maestría en Desarrollo Local Sustentable”, de las Universidades Nacionales de Córdoba, Entre Ríos y La Plata de la República Argentina, proyecto aprobado por los órganos de gobierno de las respectivas instituciones y presentado para su aprobación en los órganos competentes nacionales.
Las expectativas son muchas, así también lo son las dificultades a sortear dado que las normativas existentes, en los distintos países de las universidades miembros, no siempre contemplan estos nuevos formatos antes inexistentes.
No obstante, se asumió el desafío de avanzar en el cumplimiento de la misión institucional para expandir el acceso a la Educación Superior utilizando las nuevas tecnologías, con calidad y pertinencia, valores estos últimos irrenunciables.
Seguramente estos diez años de experiencia acumulada potenciará notablemente este espacio común compartido, haciendo realidad los sueños de muchos universitarios que participamos comprometidamente en las instancias iniciales de esta década.
Mis deseos de éxitos para las actuales autoridades y un gran afectuoso abrazo para toda la comunidad de AULA CAVILA.
En el origen y trayectoria de UVI, AULA y CAVILA
Manuel Moreno Castañeda – UDG (2010-2012)
Más que sumar instituciones y personas, crear nuevas propuestas educativas mediante la conjunción de inteligencias, voluntades y trabajo en una sinergia de autogestión y colaboración que parta del respeto y goce de nuestras diversidades.
En la invitación que me hicieron para participar en esta obra dijeron que era para “recuperar la trayectoria y los ideales que fundaron AULA” trabajo muy motivador y nada fácil, por las propias limitaciones de mi memoria y porque pudieran no coincidir estos recuerdos con los demás participantes en esta interesante aventura académica.
Hablar de los ideales y trayectoria de la Asociación de Universidades Latinoamericanas (AULA) y el Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA) es hablar de varias historias institucionales que se conjuntan. Por lo tanto, no es tarea tan sólo de una persona, sino de todos quienes hemos vivido esta experiencia en sus distintos momentos y procesos. Por eso, cada quien tendrá su versión según las dimensiones que se vean y las personas que la cuenten, versiones que en su diversidad enriquecen esta historia. Tómese pues este escrito como la visión de alguien que estuvo en su inicio y primeras conversaciones y acciones para su creación, sin mucho conocimiento de su situación actual y planes para el futuro, pero sí de los ideales que animaban los diálogos para darle origen. Diálogos que siempre estuvieron motivadas por un gran espíritu de colaboración entre iguales, con la generosidad de aportar según las posibilidades de cada institución y de acuerdo con las necesidades y proyectos de todos.
Un punto muy importante tenía que ver con el significado de lo latinoamericano, entendido no sólo como un ámbito geográfico limitado por fronteras establecidas políticamente, más bien verlo como una visión cultural que rebasa los límites y lo países y puede estar presente en cualquier lugar del mundo. Concepción y visión que manifesté en el primer número de la publicación de REVIBE. (Moreno 2013. p.1) “… un llamado al diálogo y la discusión sobre lo latinoamericano visto en y desde su población, historia, territorio, culturas, formaciones sociales, pensamiento, percepción de sí mismos y de los demás, todo ello en un contexto de diversidad, comunidad y contradicciones”. Así, en esa visión latinoamericana, se planteó primero la idea de la Universidad Virtual Iberoamericana (UVI) y luego el Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA) y la Asociación Universitaria Latinoamericana (AULA) que consideramos como una gran oportunidad de compartir y trabajar conjuntamente en proyectos académicos que dieran lugar a un espacio de colaboración que aprovechara apropiadamente el potencial de las tecnologías digitales para la comunicación e información educativa.
El proyecto UVI fue concebido para estrechar lazos entre los distintos países que conforman Iberoamérica, mediante un uso intensivo y extensivo de las nuevas tecnologías en su aplicación al campo no sólo de la educación sino también de la investigación.
Para llevar adelante el proyecto UVI, la primera reunión se realizó en la Universidad de Guadalajara, en México, en febrero de 2007, con el auspicio de la Agencia Española para la Cooperación Internacional, la cátedra UNESCO y el gobierno de Extremadura a través de la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología, donde se acordó –por parte de los representantes de las universidades de Extremadura, Córdoba, La Plata, Entre Ríos y Guadalajara– crear la Universidad Virtual Iberoamericana. Nombre que luego sería cambiado a petición de una universidad privada, que ya tenía ese nombre en uno de sus programas. Entonces se tomó la decisión de llamarlo Campus Virtual Latinoamericano. Cuyas siglas “CAVILA” también invitan a cavilar, pensar y reflexionar profundamente en nuestros quehaceres y proyectos educativos.
Ese mismo año, en la Universidad de Extremadura, se aprueban los estatutos de lo que sería la Asociación de Universidades Latinoamericanas (AULA 2007). Entre sus principales fines se propone: “Promover y coordinar, a través de la propuesta académica, la creación y desarrollo de un espacio ampliado de enseñanza superior en entornos virtuales de referencia mundial, y la construcción de nuevos escenarios e instrumentos educativos en el marco de la identidad cultural latinoamericana”. Además, se afirma el compromiso de desarrollar CAVILA y plantear el “conocimiento libre” a través de una plataforma virtual sobre software libre, con contenidos de libre acceso mediante previa autorización de los autores.
Esto se suma al propósito de promover la investigación y “facilitar la democratización de la Educación Superior y del conocimiento, a partir de la accesibilidad a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación” y “ofrecer un instrumento adicional para la tarea extensionista y de transferencia social de las universidades que fortalezcan el vínculo Universidad-Sociedad, daría a este proyecto una visión y ámbito integral para cubrir todas las funciones universitarias.
Esta publicación nos da la posibilidad de repensar los ideales que motivaron su origen y desde ahí seguir adelante con gran visión y un futuro muy prometedor, porque más allá y dentro de su trabajo interinstitucional, están las personas cuyo trabajo se basa en principios de innovación, generosidad, apertura y actitud favorable a la cooperación y colaboración.
Para finalizar este texto, pero no el diálogo, que esperemos continúe, me pregunto: ¿cómo y en qué hemos avanzado y qué nos falta para alcanzar los ideales pensados en la creación de UVI que dieron lugar a AULA CAVILA? Lo que lleva a una segunda pregunta: ¿sabemos a dónde nos conducen los actuales rumbos? Y una tercera: ¿qué hacer para orientar nuestro camino hacia el escenario deseado?
Educación Superior a distancia
Fernando Tauber – UNLP (2012-2013)
Las tecnologías digitales para la formación están sometidas a un virtuoso proceso de continuo enriquecimiento y transformación, un proceso que va de la mano de las necesidades propias de las instituciones y el desarrollo tecnológico.
Frente a este escenario, resulta imposible –y a todas luces errado– concebir la Educación Superior disociada de los entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje.
Pionera en la planificación estratégica de la gestión, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), le otorgó un rol protagónico a la educación no presencial o a distancia, como instrumento fundamental de sus políticas académicas.
A partir del año 2004, desde la Presidencia de la UNLP se puso en marcha un proceso de desarrollo de la EAD como una herramienta complementaria para la formación de sus alumnos de grado y posgrado, en particular como una alternativa de educación permanente. De esta manera es que se conformó el Programa de Educación a Distancia, que tomó luego carácter de Dirección, dependiendo de la Secretaría de Asuntos Académicos.
Luego, la creación de AULA CAVILA –con la presencia fundante de nuestra Universidad–, vino a reforzar la convicción de que la educación no presencial representa una oportunidad que no podemos desaprovechar. Más aún, la participación activa de las Universidades que conformamos el Campus Virtual Latinoamericano, es quizás la muestra más cabal de que este nuevo paradigma de enseñanza avanza a paso firme en toda la región.
Actualmente, en la UNLP están disponibles los siguientes Entornos Virtuales de Enseñanza y Aprendizaje: AulasWeb, Cursos Externos, CAVILA–UNLP y el sistema de videoconferencia Web. Además, se desarrolló un portal web para favorecer la autentificación de usuarios y aulas virtuales concentrando el acceso a los entornos y a los diferentes servicios que se brindan para la educación en línea.
El total de usuarios registrados desde el 2004 es de 160.324 y de 1.957 aulas virtuales. Durante 2014 y 2015 se realizó la autenticación y unificación de usuarios y entornos. Al final de cada año se realiza una revisión de las aulas activas para diferenciarlas de aquellas que no continuaban en funcionamiento, se presentan a continuación los datos de actividad registrada en 2017: Aulas Web (20.178 usuarios activos y 461 aulas entre oferta a distancia y aulas extendidas de grado para las UA que no tienen plataforma propia), Cursos externos (112 usuarios activos y 8 aulas que se utilizan para el desarrollo de cursos de entidades externas a la UNLP), CAVILA–UNLP (82 usuarios y 4 aulas activas –se han desarrollado en total 172 cursos desde el año 2008–). Con referencia a los entornos en diferentes facultades se contabilizan allí: 38.167 usuarios activos. Esto genera un total de 58.345 estudiantes activos.
Desde la Dirección General de Educación a Distancia y Tecnologías se capacitaron en educación a distancia a 572 profesores desde el 2014.
Estos números y estadísticas dan cuenta de un fenómeno que crece y avanza en paralelo con el uso de las nuevas tecnologías, y como una respuesta a la globalización y a los nuevos desafíos contemporáneos.
Durante los últimos años, la UNLP desarrolló políticas académicas tendientes a garantizar el ingreso y permanencia de los alumnos en las aulas. Planteada como una meta en 2004, la masividad con calidad es hoy un objetivo alcanzado, con un promedio anual de 25 mil ingresantes por año en las carreras de grado de nuestras 17 facultades. Sin embargo, el rendimiento y la relación ingreso/egreso es aún un desafío por resolver en un país –y una región– que exige cada vez más y mejores graduados para su desarrollo.
Por eso, pensar una política académica para los próximos años obligará a delinear estrategias de enseñanza que asuman como prioridad que, la mayor parte de los estudiantes, finalicen con éxitos sus trayectos curriculares. Y es aquí donde las estrategias de educación a distancia pueden realizar un aporte crucial frente a este nuevo escenario educativo, que excede al modelo clásico de actividades presenciales en el aula.
Propuestas de virtualización de los espacios de enseñanza y aprendizaje en el contexto universitario iberoamericano
Raúl Perdomo – UNLP (2013-2014)
La Educación Superior está sujeta a permanentes transformaciones. Frente a este escenario, la internacionalización se presenta como un desafío constante. Las fronteras de cada universidad están en permanente tensión y el paulatino avance de lo virtual complejiza las dinámicas propias de las instituciones.
En la educación a distancia, y en particular la educación virtual, las fronteras geográficas parecerían tener escasa trascendencia. Pero esos límites adquieren mayor importancia cuando la atención se concentra en lo referido al acceso, la calidad y los medios económicos para desarrollarla.
La incorporación de la tecnología digital a los procesos de enseñanza universitaria genera un interés cada vez mayor de la comunidad académica para lograr su real y efectiva incorporación y facilitar, de esta manera, los procesos de movilidad de docentes y estudiantes a nivel internacional. Este nuevo contexto requiere no sólo de acciones políticas, académicas y de gestión, sino que demanda seguir investigando sobre la Educación Superior virtual, con el fin de lograr mejorar el conocimiento sobre ella.
Cada vez más países ofrecen, a través de sus universidades, propuestas académicas utilizando diferentes opciones pedagógicas gracias a nuevos marcos normativos que permiten ofertas virtuales, y con ello el pasaje desde un esquema bimodal (presencial–distancia), hacia dinámicas que incluyen diversidad de opciones de trabajo virtual.
Estas propuestas deben estar en concordancia con estrategias de participación social que garanticen el acceso a la Educación Superior. Se hace necesaria una apuesta integral por la calidad de la enseñanza donde se fomente el desarrollo profesional de los docentes, que permita ampliar el espacio iberoamericano del conocimiento y fortalecer la investigación científica.
En particular, desde AULA, el trabajo en conjunto de las universidades permite tener una mirada integradora del contexto iberoamericano y un desarrollo flexible de las acciones a seguir. Este conocimiento resulta esencial para tomar decisiones sobre el planeamiento, la conducción y evaluación de programas y proyectos de Educación Superior virtual dentro de AULA.
Se trabaja en la búsqueda de criterios y normas comunes para la organización de todo aquello que se genera desde de las universidades participantes; la creación y el desarrollo de repositorios de datos, informaciones y conocimientos en diferentes portales académicos de la región, con el objeto de realizar, a partir de ellos, una gestión adecuada de toda esa información.
Las ofertas académicas de CAVILA y el trabajo colaborativo en línea abren nuevos caminos y multiplican las opciones y las ofertas en cuestiones de movilidad. En este sentido, el concepto de “movilidad virtual” apunta a construir espacios virtuales que favorezcan los contactos e intercambios académicos entre programas, propuestas, políticas y recursos humanos con las que cada Universidad cuenta.
Desde 2009, la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) trabaja en un modelo cooperativo de buenas prácticas en movilidad virtual de docentes, alumnos y gestores de movilidad. La propuesta se presentó ante la convocatoria de Proyectos de Fortalecimiento de Redes Interuniversitarias de la Secretaría de Políticas Universitarias dependiente del Ministerio de Educación de la Nación Argentina. Se realizaron tres proyectos:
- “Implementación del manual de buenas prácticas en movilidad virtual de docentes y alumnos. Experiencia piloto”. Universidades participantes: UNLP, UNNOBA y UNAM.
- “Movilidad virtual: capacitación y puesta en práctica”. Universidades participantes: UNLP, UNC, UNNOBA, UP, UDG.
- “Movilidad virtual: experiencia piloto para docentes y alumnos de posgrado”. Universidades participantes: UNLP, UNC, UNNOBA, UNER, UDG, UNAH.
En la actualidad, se trabaja en el desarrollo de normativas y procesos de acreditación internacionales de la opción pedagógica a distancia para continuar creciendo en la línea de fomentar el desarrollo conjunto de la investigación y la docencia en Iberoamérica a través del uso de las nuevas tecnologías digitales.
Calidad en educación a distancia
Guillermo Tamarit – UNNOBA (2014-2016)
El contexto actual en que desarrollamos nuestras actividades educativas se define como el de la Sociedad del Conocimiento. Una sociedad basada en crecientes volúmenes de saberes e información que se movilizan a gran velocidad y que requiere de habilidades específicas. No es suficiente estar alfabetizado, también es determinante la posibilidad de discernir la relevancia de los contenidos a los que accedemos. Por lo tanto, la democratización de la sociedad tiene como insumo básico, una educación inclusiva y de calidad.
El contexto de la educación en la región
La memoria colectiva de nuestras sociedades registra la experiencia educativa como un proceso virtuoso que ha favorecido la movilidad social ascendente, la integración de distintos sectores sociales, una oferta razonable de recursos humanos idóneos para el desarrollo de los procesos productivos, así como las competencias necesarias para cubrir los distintos niveles del desarrollo económico, político y social.
Es difícil encontrar, en las últimas décadas, un testimonio popular similar con relación a la calidad actual de nuestra educación.
Existen coincidencias en torno a las características generales de los sistemas educativos: su fragmentación (diferenciado por condiciones sociales y geográficas), sus problemas de gestión vinculados a la administración y capacitación de sus integrantes, los bajos niveles de escolaridad y de retención en amplios sectores sociales; todo lo que, en general, determina fuertes inequidades y baja calidad de los sistemas.
Una de las principales limitaciones que enfrentan los sistemas educativos para mejorar sus prestaciones es el desarrollo y la consolidación de sectores de pobreza estructural, que impacta en el acceso, la permanencia y el egreso de la educación.
La persistencia de la pobreza genera una nueva relación con la ley y con el Estado. La pobreza se naturaliza, cambia su condición de excepción para convertirse en regla y se presenta como testimonio de la desigualdad.
Asistimos a la reproducción intergeneracional de la pobreza: por desigualdades sociales, por bajos ingresos económicos, por la falta de acceso a bienes culturales, por condiciones no funcionales de estructuras familiares y por el impacto que la corrupción, el narcotráfico y la violencia tienen en los sectores de menores recursos y por la combinación de todas estas condiciones. Frente a esto debemos retomar la cultura del trabajo y de la educación, la que ha retrocedido en particular, para un ejército de jóvenes desalentados, a quienes denominamos “Nini” (ni estudian, ni trabajan) quienes tienen serias dificultades para insertarse en la sociedad (y tendrán más problemas en el futuro).
En consecuencia, nos encontramos con un fuerte desajuste entre las competencias adquiridas y las exigencias del mercado laboral.
Las familias llevan adelante distintas estrategias para enfrentar la problemática, que van desde pasarse a la educación de gestión privada, hasta reemplazar a la escuela por formas personalizadas de educación. La gente toma decisiones, no espera.
Si el sistema público no ofrece respuestas en el corto plazo, se acentuará la tendencia de migración hacia el sistema privado.
Es el sistema de formación pública quien debe retomar el liderazgo de la recuperación del proceso educativo.
Los temas sobre los cuales debemos trabajar son los de siempre: socialización, certificación de estudios, competencias, dimensiones educación formal y no formal, rendición de cuentas del sistema y desarrollo de la jerarquización docente a partir de la profesionalización.
En definitiva, mayor cantidad de personas educadas y de mejor calidad educativa para una sociedad integrada y democrática.
Inclusión
Sostenemos que los dos principales desafíos que enfrentamos desde la actividad educativa están relacionados con el acceso al sistema y el mejoramiento de sus prestaciones. En síntesis, inclusión y calidad.
América Latina y el Caribe es la región de mayor desigualdad social del mundo. De los estimados 600 millones de habitantes de América Latina y el Caribe, el 29,2% (175 millones) se encuentran en condiciones de pobreza, de los cuales 12,4% (75 millones) están en condiciones de indigencia, según estudios de la CEPAL realizados en 2015. Ese año, 7 millones de personas en América Latina y el Caribe cayeron en la pobreza (que afecta a 175 millones) y hay 25/30 millones de personas en riesgo.
A esta grave situación, debemos sumar una preocupación adicional: el progresivo envejecimiento de la población. El denominado “Bono demográfico” se está agotando y nos generará mayores dificultades en el futuro. Se estima que para el año 2023 pasaremos de la condición de “sociedad juvenil” a la de “adulta joven”. En el año 2045 será una “sociedad adulta” y a partir de 2052, una “sociedad envejecida”. Las condiciones de salud y prestaciones de la seguridad social crecerán en forma incremental y no podrán ser atendidas con el actual nivel de desarrollo. Por lo tanto, debemos fortalecer el desarrollo de la región y hacerlo en poco tiempo.
De acuerdo al coeficiente de Gini, (0 plena igualdad, 1 máxima desigualdad) que se utiliza para estimar la desigualdad social, se observa un leve descenso de la desigualdad en la región: en el año 2010 era de 0,507, pasó en 2013 a 0,497 y en 2014 a 0,491. Sin embargo, el 10% de los sectores de mayores ingresos de la región es 14 veces mayor que el ingreso del 40% de los sectores de menores ingresos.
Las mayores desigualdades se dan en la educación y en la brecha de género. El 80% de los jóvenes entre 20–24 años del quintil más alto, culminan la educación secundaria, mientras que en los demás quintiles, solo lo logra el 34% de los jóvenes. La desigualdad por sexo y raza se explicita en este sencillo ejemplo: los ingresos laborales de los hombres no indígenas ni afrodescendientes son 4 veces superiores a los de las mujeres indígenas y 2 veces a los de mujeres afrodescendientes.
Calidad educativa
Si quienes se incorporan al sistema educativo lo hacen en instituciones de baja calidad, resultarán condenados a los peores empleos y no podrán participar en forma plena de la Sociedad del Conocimiento, ni tendrán la capacidad de realizar un aporte sustancial al desarrollo de la sociedad.
Así, la calidad de la educación deviene en un elemento estratégico determinante para garantizar la igualdad de las personas. Para ello, no es suficiente incluir a los jóvenes en las instituciones educativas; además es imprescindible que accedan a instituciones de alta calificación que garanticen sus conocimientos y competencias para su actuación económica, política y social.
¿En qué puede contribuir la educación virtual en términos de inclusión y calidad?
Respecto a la inclusión, resulta evidente que la educación a distancia permite el acceso de sectores que tradicionalmente no llegan a la Educación Superior, en la medida que pueda garantizarse conectividad y plataformas digitales adecuadas. No sólo hablamos de sectores de ingresos bajos, también de aquellos que por distancia de los centros educativos, prejuicios sociales y/o culturales, encuentran en esta modalidad una alternativa de acceso a la educación. Sin embargo, el reto central que enfrenta la educación a distancia es el mismo que enfrenta toda la educación: su calidad.
Los principales desafíos que enfrenta la educación a distancia son:
La evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje
Al no contar con la presencia física del estudiante, no podemos usar instrumentos convencionales como exámenes presenciales u observación directa. Al respecto, Quesada (2006) anota: “En la educación a distancia en general y en la que se realiza “en línea” en particular, la interacción profesor–alumno se hace por medio de los recursos tecnológicos, se disminuye sensiblemente la posibilidad de contar con el lenguaje gestual, corporal, oral y la comunicación en tiempo real”.
Debemos resaltar la importancia de la evaluación para afirmar la calidad educativa, tanto en el aprendizaje del estudiante como en el abordaje de los diversos contenidos.
En consonancia con esa idea, Sangrá (2002) destaca: “Debe realizarse un importante esfuerzo para alcanzar estándares de calidad que permitan establecer criterios para la acreditación de la educación desarrollada en contextos no presenciales de aprendizaje”.
Los profesores que desarrollen proyectos educativos a distancia deben ser expertos en las herramientas tecnológicas que utilicen para que la evaluación surta su efecto. Si se usan plataformas virtuales existe la posibilidad de desarrollar chats, foros, wikis, blogs, entre otros. Las capacitaciones deben ser constantes ya que el desarrollo de estas formas de evaluación cada día gozan de nuevas atribuciones y avances. “La incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación a la educación a distancia beneficia la asistencia que ellas prestan al diálogo que constituye una de las herramientas básicas en materia de evaluación” (Mogollón, 2004, p. 43-54).
En cuanto a los tipos y métodos de evaluación, sobresale el uso de las TIC y diferentes herramientas tecnológicas que potencian los resultados de la evaluación y favorecen los procesos de aprendizaje significativo.
Queda en manos del docente la pericia para elegir aquellos instrumentos y métodos de evaluación que logren la metacognición en el estudiante y reflejen de manera acertada esos logros.
Los indicadores de calidad en educación a distancia
¿Cómo definir el concepto de calidad de la educación a distancia? Según Seone (citado por Nieto, 2009) “la calidad del e-learning se puede definir como la efectiva adquisición de una serie de competencias, habilidades, conocimientos y destrezas por parte de un conjunto de alumnos, mediante el desarrollo de contenidos de aprendizaje adecuados impartidos a través de unas herramientas web eficientes y con el apoyo de una red de servicios añadidos…”
Otro autor que se refiere a este tema es Miguel Ángel González (2005), quien define la calidad en educación a distancia como un elemento más dinámico y práctico, que debe estar fundamentada en las metas y objetivos propuestos, en la organización y funcionamiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje y en los resultados e impacto que obtienen.
Partiendo de los anteriores conceptos, se considera que para determinar si un Programa de Educación a Distancia Virtual o de e-learning es de calidad o no, el análisis se puede basar en la evaluación de los siguientes parámetros: planificación (diseño instruccional), didáctica, programación, recursos, desarrollo de la carrera: capacitación del recurso humano, rol del docente, rol del estudiante, resultados, pertinencia y gestión administrativa.
Planificación
Esta etapa es la fase inicial de la que partirá cualquier programa educativo, la planificación es un elemento que debe estar presente en los distintos ámbitos de la educación a distancia, desde el programa de la carrera, hasta el diseño y programación de cada curso. En esta etapa se justifica la pertinencia del programa o carrera, fundamentando, planteando los objetivos que se pretenden así como los perfiles de egreso y los resultados esperados una vez que haya terminado el proceso.
En otras palabras, en la planificación se definen las acciones a seguir, las metas que se pretende alcanzar con esas acciones, y se establece el tiempo en que esas metas se deben lograr. Se debe tener claro lo que se quiere conseguir para lograr el éxito y por eso es importante esta etapa, porque permite diseñar la propuesta educativa, permite el análisis sobre debilidades y fortalezas, la reflexión necesaria para mejorarlo y prevenir posibles dificultades que se puedan presentar, determinar la población a la que va dirigida, y la congruencia de la propuesta con la realidad nacional e internacional en el ámbito educativo, todo esto antes de iniciar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Programación
Un sistema de educación, a distancia o no, debe contar con una programación bien estructurada, que tenga secuencia lógica tanto entre las asignaturas del programa de estudios, como en el programa de cada asignatura, es decir que los contenidos estén organizados secuencialmente.
Igualmente, las actividades de enseñanza que se programen deben ser diseñadas con niveles de dificultad acordes al grado alcanzado por los estudiantes. Otro elemento importante de la programación es la publicación, ya que este es el cimiento sobre el cual se van a construir los demás procesos de enseñanza y aprendizaje, es una guía para los diferentes actores en el proceso educativo: administradores, docentes, estudiantes y la sociedad.
Recursos
El tema de los recursos es muy amplio, son muchos los elementos que se pueden evaluar para determinar si existe buena calidad en este aspecto o no. Por ejemplo, en cuanto a los recursos tecnológicos, Sangrá (2002) indica que un parámetro de calidad es si se dispone de una plataforma tecnológica estable que garantice la comunicación entre todos los miembros de la comunidad universitaria, efectivamente la plataforma tecnológica es como el sistema circulatorio en el cuerpo humano, si esta no es eficiente, atractiva y efectiva, el resto del proceso colapsa.
Otro componente que nos permite evaluar la calidad es precisamente la calidad de los materiales y su diseño, que sea adecuado a la educación a distancia a través de la virtualidad. También se considera la existencia de bibliotecas y el acceso a otros recursos que enriquezcan el proceso y faciliten el desempeño tanto a los docentes como a los estudiantes.
Desarrollo de las Carreras
En este parámetro de calidad, entra en juego el desempeño de los diferentes componentes que se interrelacionan durante el desarrollo de una carrera específica, entre ellos:
- La aplicación de la metodología a distancia, si es adecuada y se apega a lo planteado en el programa. También se considera la efectividad y pertinencia de las tutorías y la eficacia de los servicios de apoyo para el estudiante.
- El desempeño de los estudiantes: que el estudiante demuestre capacidad para implementar las estrategias de aprendizaje a distancia, y pueda a través de la virtualidad llevar a cabo trabajos colaborativos. Debe desarrollar destrezas de dominio del entorno virtual y demás programas que requiera para el desarrollo de sus actividades, además, intervenir activamente en los procesos en el aula virtual, escribiendo y leyendo de manera activa a los compañeros y docentes, compartiendo nuevos conceptos y recursos y estimulando el debate y la comunicación del grupo. Es un estudiante activo y autodidacta.
- El rol del docente: la función del docente se valora desde diferentes aspectos:
- Teórico: el proceso educativo que diseña para un entorno virtual debe estar centrado en el aprendizaje y no en la enseñanza.
- Práctico: debe crear recursos y servicios de autoinformación, diseñar las actividades y los instrumentos de evaluación y, a la vez, ser supervisores académicos, deben conocer a los alumnos, los materiales y las herramientas a utilizar.
- Formación: el docente, además de ser especialista en la materia, debe satisfacer sus necesidades de capacitación y formación continua en su área y en las TIC.
Resultado
Con respecto a este parámetro, se consideran dos tipos de resultados, los inmediatos y los que se van presentando después de períodos más prolongados en el tiempo. Los inmediatos serían la cantidad de egresados, su rendimiento académico y la capacidad de éstos para insertarse en el mercado laboral. Los resultados a mediano y largo plazo para la sociedad donde se ubica el centro universitario, en dos sentidos: primero, al impacto social tanto de la universidad como de los profesionales egresados, segundo, con respecto a la producción de conocimiento, en otras palabras a la cantidad de investigaciones que se producen y el impacto que éstas tienen, así como al desarrollo de estructuras investigativas que potencien el desarrollo de esta actividad.
Pertinencia
En este apartado se toma en cuenta si la oferta de planes de estudio y de actividades de formación corresponde a las necesidades sociales y del mercado laboral del contexto al que la Universidad se dirige.
Gestión Administrativa
En este parámetro se considera la gestión del área administrativa de la Universidad, si su visión y desempeño corresponden a los requerimientos de la educación a distancia virtual, en otras palabras si están identificados con esta modalidad y trabajan consecuentemente para impulsar el desarrollo de la misma.
Según Michael Moore (1994), la dimensión administrativa se considera importante, al considerar la necesidad de desarrollar acuerdos administrativos y organizacionales que sean congruentes con las características de la modalidad (Citado por Eggers, 2005).
Dentro de esa gestión, se puede valorar si brindan verdadero apoyo al personal y a los estudiantes en cuanto al uso de las herramientas tecnológicas, a través de capacitaciones o clases de inducción, así como la permanencia de técnicos que los respalden en caso de problemas con la plataforma.
Otro elemento administrativo que trasciende es el papel de la autonomía universitaria y la libertad de cátedra en relación con la producción de conocimiento y la libertad investigativa.
La opción educativa del blended learning
En los trabajos más recientes, los referidos fundamentalmente a los años que llevamos de este siglo, irrumpen con fuerza modelos mixtos de EaD o blended learning. Parece que los mejores resultados siempre vienen apoyando estas propuestas.
En una publicación del Departamento de Educación de Estados Unidos (Means y otros, 2010), en la que se realiza una búsqueda sistemática de la literatura de investigación desde 1996 hasta 2008, se identificaron más de un millar de estudios empíricos de aprendizaje en línea. La selección de estos estudios se basó en el contraste con la enseñanza presencial, en la medida de los resultados de aprendizaje y en la aplicación de diseños rigurosos de investigación, básicamente de carácter experimental o cuasiexperimental.
Tras esa revisión se encontró que, como promedio, los estudiantes en el aprendizaje en línea mostraron mejores resultados que los que recibieron programas cara a cara. Por otra parte, fueron superiores a ambas prácticas, los resultados de aquellos estudiantes que siguieron la modalidad de blended-learning.
Finalmente, un más cercano informe, de 2015, titulado Preparing for the Digital University coordinado por Siemens Gasevic y Dawson y financiado por la Fundación Gates dedica una parte principal a estudiar el estado de la educación a distancia. Otros apartados se centran en el blended learning, en la enseñanza virtual, a la evaluación y acreditación de estos programas y a los MOOC. Respecto al apartado referido a la educación a distancia que comprende un meta-análisis de 37 estudios y revisiones, se llega a concluir con evidencias que la calidad de los estudios a distancia son comparables o mejores que los tradicionales de educación presencial.
El rol de CAVILA
Como corolario del análisis realizado, señalaremos las actividades que entendemos deben constituir el horizonte de acciones de CAVILA:
- Liderar la conformación de una agencia de evaluación y acreditación de educación a distancia iberoamericana.
- Consolidar nuestra organización interna.
- Profesionalizar un staff de carácter permanente.
- Consensuar un programa de desarrollo estratégico de la organización con metas a corto, mediano y largo plazo.
- Establecer fuentes de financiamiento compatibles con los objetivos de la organización.
- Constituir un grupo de especialistas en educación a distancia con vistas a conformar un banco de evaluadores de EAD.
- Conformar un grupo de especialistas en conectividad y plataformas virtuales a los efectos de trabajar en la complementariedad y compatibilidad de los sistemas existentes de nuestros asociados.
- Construir un banco de contenidos.
- Dictar cursos de capacitación en metodologías.
Educación virtual y una mirada al futuro
Abel Bernal Castillo – UNA (2017-2018) y Héctor Amílcar Rojas Sanabria – UNA (2018-2019)
La transformación a lo largo de los diez años, se observa en las acciones desarrolladas en permitir una oferta académica compartida, el apoyo en la transferencia de nuevas tecnologías de información y comunicación, las redes de investigación, las bibliotecas digitales compartidas, propuestas de programas de movilidad estudiantil y la formación continua de los docentes.
En ese sentido, la concreción del Campus Virtual Latinoamericano (CAVILA) constituye un significativo avance en el proceso de mundialización académica sobre las bases de la cooperación, la complementariedad y la excelencia de las universidades públicas participantes; esta iniciativa fomenta la enseñanza, investigación y difusión de la identidad latinoamericana.
Cabe destacar que el informe sobre “La Educación Superior a distancia en América Latina y el Caribe” (Virtual Educa, 2017), resalta que la virtualidad potencia la educación y propone nuevas metodologías de aprendizaje; asimismo las matrículas van en aumento. También la expansión va en aumento gracias a la inversión de recursos públicos en la modalidad y la combinación de la presencialidad con la virtualidad.
Abordar desde el lema fundacional de la asociación “Aula sin fronteras”, representa una visión de presente y futuro de la educación virtual, muchas veces cuestionada “si es mejor o no que la educación presencial”; las distintas visiones sobre la educación nos desafían como instituciones referentes de los países en la modalidad a fomentar el debate, análisis y aportes a la comunidad iberoamericana.
Los fines de AULA representan las líneas futuras de la educación virtual, relacionadas a las tendencias y políticas de la Educación Superior se expresan en los siguientes enunciados:
- Propuestas académicas virtuales que integren diversos escenarios para fortalecer la identidad cultural y accesibilidad: en distintos idiomas, con ejemplos referidos a las regiones, transferencia de tecnología, docentes de diversas instituciones, contenidos inclusivos con respeto a las normas de accesibilidad y en distintos niveles del sistema de Educación Superior: especializaciones, maestrías, doctorados.
- Convenios de cooperación conjunta entre universidad, empresa, asociaciones, instituciones del sector público tanto para las prácticas profesionales como también en el diseño de propuestas formativas conjuntas que promuevan la extensión y transferencia social.
- Investigaciones para dar respuestas a problemáticas de la educación virtual, aportar con el diseño de nuevas propuestas formativas basadas en necesidades emergentes.
- Difusión del conocimiento a través de la edición de publicaciones de diverso tipo, asegurando la circulación y la divulgación de las mismas, fomentando el libre acceso asimismo, promover congresos y foros regionales e internacionales para la discusión de problemáticas referidas a la modalidad.
- Políticas que definan la evaluación de la calidad, homologación de títulos y metodologías de evaluación.
El proceso de expansión de la educación virtual se ha vuelto una herramienta indispensable para la internacionalización, haciéndola accesible y universal. Su aplicación tiene que ser una realidad en todos los espacios de aprendizaje, ya que asegura y democratiza el acceso a la información. El futuro representa un desafío alentador para las instituciones y, sobre todo, para población beneficiada con la oportunidad e igualdad de condiciones para el acceso a la educación.
En esa dirección. la implementación de la educación virtual integra factores pedagógicos, tecnológicos, de formación de tutores, de contenidos y de estrategias de evaluación, entre otros. Todos ellos acorde al modelo pedagógico adoptado por las instituciones. Por eso, un gran desafío es seguir consolidando los distintos modelos de implementación.
En suma, el Campus Virtual Latinoamericano es un referente para promover la educación virtual y de calidad a nivel de Iberoamérica. Debemos seguir demostrando el fortalecimiento a través de la cooperación, investigación e internacionalización.
Referencias
AULA. (2007). Estatutos de la Asociación de Universidades Latinoamericanas.
González Castañón, M., (2005). Evaluación de la calidad en la educación superior a distancia. Presentado en: Congreso de Calidad y Acreditación Internacional en Educación a Distancia. AIESAD – CREAD – Virtual Educa – UTPL.
Lupion Torrres, Rama C., (2017). “La educación superior a distancia en América Latina y el Caribe” Virtual Educa 2017.
Mogollón de Lugo, I., (2004). El chat y otros procedimientos de evaluación a distancia aplicables en sistemas mixtos. Pixel-Bit: Revista de medios y educación, Nº. 23.
Moore, M., (1994). Distance education: a systems view. Belmont: Wadsworth Publishing Company.
Moreno Castañeda, M., (2013). Invitación a REVIBE. Revista Iberoamericana de Ciencias Sociales. Asociación de Universidades Latinoamericanas.
Quesada Castillo, R., (2006). Evaluación del aprendizaje en la educación a distancia. Revista de Educación a Distancia, número M6 (Número especial dedicado a la evaluación en entornos virtuales de aprendizaje).
Sangrá Morel, A., (2002). Educación a distancia, educación presencial y usos de la tecnología: una tríada para el progreso educativo. Edutec.
* Héctor Grenni, “Educación e identidad en América Latina,” Teoría y Praxis, No. 15, págs. 34-57, Julio 2009.