Pronto se cumplirán 25 años del camino recorrido por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) en el ámbito de la educación virtual. Ha sido una trayectoria académica notable, con logros destacados en diferentes áreas. Se han publicado libros de congresos internacionales donde participaron destacados expertos en pedagogía de todo el mundo. Además, sus programas de grado y posgrado han obtenido reconocimientos y acreditaciones que certifican su calidad en la enseñanza tecnopedagógica. También, a lo largo de los últimos años, la colección de libros “Ideas de Educación Virtual”, con nueve títulos en su haber, ha recibido reconocimiento a nivel internacional por su contribución a la innovación pedagógica, especialmente en la utilización de tecnologías como la realidad virtual, realidad aumentada y educación transmedia.
Todos estos elementos evidencian que la discusión sobre la calidad educativa en la modalidad virtual y los prejuicios asociados a ella son falaces. La excelencia académica y pedagógica está estrechamente ligada a la ética de cada institución y docente.
La iniciativa de producir un material, en una colección especializada, sobre la experiencia pandémica de educación remota de emergencia en la UNQ coloca en evidencia pública que los equipos de gestión de la modalidad virtual en la Universidad Nacional de Quilmes estaban preparados para asumir desafíos muy diversos, también para la emergencia. Porque fueron esos casi veinticinco años de experiencia los que permitieron migrar en una semana casi 1600 cursos presenciales y multiplicar los esfuerzos para asistir a cientos de docentes con poca experiencia en docencia en modalidad remota.
Porque, ante el horror de las primeras noticias, ante la idea de un virus invisible que mata en horas y que aísla a los enfermos a tal punto de no poder compartir su último momento con sus seres queridos, ante esa demostración horrorosa de la incerteza, los docentes y las docentes continuaron ejerciendo con dignidad su tarea.
Y el hilo articulador conceptual de estas docentes y estos docentes con respecto al sentido innovador, se vincula con los primeros inicios del Programa Universidad Virtual de Quilmes, pionero en Argentina y el más exitoso a lo largo de un cuarto de siglo, con más de 8 mil graduados y graduadas con titulaciones con validez nacional. Tanto su estructura inicial, como los pasos posteriores en áreas claves como la de materiales didácticos, siempre estuvieron perseguidos por ideas innovadoras y de enriquecimiento en las propuestas pedagógicas. Esta publicación corrobora esta línea articuladora con propuestas de cada una de las unidades académicas de la universidad.
La docencia es una vocación, pero también es una responsabilidad social y una profesión, que se va perfeccionando. Ejercerla en situaciones de angustia, incerteza, en un clima desolador y hacerlo con total entereza, profundizando aspectos no explorados, colocando por encima de las adversidades esfuerzos trascendentes, es lo que este material desea reconocer, valorar, y homenajear.
La Universidad Nacional de Quilmes siente un enorme orgullo del modo que, como institución y como colectivo social, atravesó la pandemia. Mucho hemos enunciado al respecto, pero no deja de ser oportuno referir los contextos en que las y los docentes ejercieron sus prácticas. La universidad testeó a cientos de miles de posibles casos de Covid, transformó sus aulas en Centro de Aislamiento, su gimnasio en vacunatorio central, se asistió a distancia a adultos mayores y personas con movilidad reducida, entre otras notables responsabilidades ejercidas.
Este libro también rinde reconocimiento simbólico a aquellos y aquellas que demostraron que, ante la emergencia, también se puede utilizar la creatividad y el esfuerzo para proponer en cada puesto de trabajo un compromiso superador, en este caso a través de herramientas didácticas innovadoras y de calidad.
* Rector de la Universidad Nacional de Quilmes.