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X. Implementación de la Bimodalidad en el Ciclo Introductorio: el caso de Matemática

Lilian Formoso, Sandra González y Mariana Capello

El ingreso de los estudiantes a la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) forma parte de una política institucional que ha cambiado a lo largo de los años. En 2016 se dio un salto cualitativo al eliminar el Curso de Ingreso y crearse el Ciclo Introductorio (CI) en todas las carreras de la Universidad. El objetivo de esta modificación se enmarca en “la política académica que busca promover y mejorar la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la formación presencial de grado y pre-grado (tecnicaturas)” (Res. CS 311/15). Al implementarse el CI, se sostiene como política institucional la consideración de que el acceso a la Educación Superior es un derecho de todos y todas.

El CI intenta brindar las condiciones necesarias para garantizar el aprendizaje de conocimientos disciplinares específicos propios del Departamento, de prácticas de estudio y de modos de dialogar y convivir que hacen a la formación de cada estudiante universitario. Estos aprendizajes deben estar en diálogo con las trayectorias formativas previas de los estudiantes y se consideran necesarios para la construcción de recorridos académicos exitosos y sostenidos en el tiempo. En este espacio, se vienen implementando acciones para mejorar el pasaje de los estudiantes de sus estudios secundarios a los universitarios. Una de las apuestas es la de sumar la Bimodalidad dentro de la oferta de cursos de las cuatro materias incluidas en el primer Ciclo de las carreras del Departamento. Esto nos lleva a pensar diferentes estrategias o incluso a resignificar algunos contenidos y formas de abordarlos, para utilizar la potencialidad de un campus virtual en conjunto con las clases presenciales más tradicionales.

La población estudiantil del CI es muy diversa y es una decisión política que se fomente su retención. La diversidad incluye la edad, la formación previa, los recursos materiales y la disponibilidad de tiempo. Resulta importante la búsqueda de alternativas que recuperen y potencien las diversas capacidades de los estudiantes, atendiendo las demandas de los tiempos actuales y de las complicaciones laborales. Por este motivo, desde la coordinación del CI se pensó en implementar la Bimodalidad en las cuatro materias. Para la implementación de esta interesante modalidad, en un espacio donde se debe asegurar cierta homogeneidad dentro de los diferentes cursos (presenciales y bimodales), se comenzó por una etapa de formación a docentes, de forma voluntaria. Desde 2018, los docentes de las cuatro materias comenzaron a capacitarse para incorporar el uso de un campus virtual adaptado a las necesidades del Departamento, a algunas comisiones testigo del Ciclo. Comenzó un período de prueba donde hubo aulas bimodales en materias como Matemática y Elementos de Programación y Lógica (EPyL). Luego, en el primer cuatrimestre de 2019, se sumaron las otras dos asignaturas del CI (Lectura y Escritura Académica e Introducción a los Conocimientos de Física y Química) haciendo un total de 9 comisiones bimodales, que trabajaron en equipo para diseñar actividades y planificaciones acordes con la población de estudiantes que cursa el CI.

Cada comisión (en sus distintos horarios, materias y localizaciones) tiene estudiantes con acceso a la plataforma desde diferentes dispositivos, siendo el celular uno de los más utilizados. Muchas veces, el acceso a internet depende de redes públicas, como las que posee la UNQ. Esto hace que la utilización del campus tenga ciertas restricciones. Entendiendo que cada estudiante debe tener acceso a los contenidos, actividades, guías y bibliografía, no siempre las actividades trabajadas en el campus virtual pueden, por el momento, tener un peso significativo dentro de la totalidad de las clases de cada materia. Además, dado que la población del CI, está formada principalmente por estudiantes que hace uno o dos cuatrimestres que transitan la Universidad, es en este Ciclo donde cuestiones técnicas, como el acceso a las credenciales del campus, son una barrera importante. En algunos casos, es posible que el acceso al campus recién se efectivice pasado el mes de inicio de clases, retrasando la posibilidad de explorar activamente las clases virtuales. Si bien, esperamos que esos tiempos se acorten, es sumamente importante que haya estudiantes que desde el CI puedan acceder a la misma plataforma que el resto de las materias del Departamento.

Hemos tenido algunas dificultades asociadas a la inscripción, la habilitación de las aulas y falta de conectividad, sin embargo, es preciso destacar que el equipo de acompañamiento para asignaturas bimodales del Departamento está haciendo un gran esfuerzo para encontrar soluciones en conjunto. Dado que los estudiantes de nuestro Departamento podrán seguir cursando algunas materias bimodales, la primera experiencia del Ciclo Introductorio en esta modalidad, brinda una base para enfrentar las otras asignaturas con mejor desempeño. El rol que desempeñaron los docentes del CI fue muy valioso, porque además de motivarse para mejorar las diferentes clases, guías y evaluaciones, pudieron buscar maneras de contener y brindar apoyo a quienes se enfrentaron a esta modalidad por primera vez.

Uno de los ejemplos más relevantes en el CI, es la forma de trabajo y los logros obtenidos de una de las materias con mayor nivel de deserción, que es Matemática. Las docentes que se sumaron a esta experiencia pudieron encontrar los recursos y formas de utilizar el campus de manera sumamente interesante. Esperamos que a partir del trabajo realizado en este tiempo, y el trabajo que continuaremos haciendo en equipo, sea posible mejorar el aprendizaje de los estudiantes, traduciéndose en una mejora en la calidad de las clases de las distintas materias del CI.

Bimodalidad en los cursos de Matemática

Los cursos de Matemática en el ciclo Introductorio del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Quilmes, tuvieron asignado un grupo durante el último cuatrimestre del año 2018 en formato bimodal. Durante el primer cuatrimestre del 2019, esta experiencia se aplicó en tres grupos de aproximadamente 40 alumnos cada uno. Durante la primera etapa, el curso estuvo a cargo de una docente que trabajó en forma colaborativa con otra docente del ciclo; en el siguiente cuatrimestre, se le asignaron a ambas sendos cursos bimodales, trabajando en forma paralela y complementaria.

En el curso de Matemática bimodal que se realizó durante el segundo cuatrimestre del 2018, las clases presenciales se desarrollaron en el turno de la noche, donde tradicionalmente gran parte de los alumnos trabaja. Para los alumnos del primer cuatrimestre del año siguiente, la Bimodalidad se implementó sobre tres grupos, con asistencia presencial en el turno mañana. Se implementó durante 16 semanas con cinco horas de clases presenciales semanales (incluye la hora de clase de consulta), más tres semanas adicionales de exámenes parciales, recuperatorios de los mismos y evaluación integradora.

Mediante la plataforma Moodle, se realizó una transformación del curso tradicional de Matemática en el Ciclo Introductorio que se venía desarrollando en formato presencial durante los últimos ciclos lectivos y se incorporó una aplicación de un entorno virtual en las prácticas de aprendizaje, de manera progresiva. Fue así que, durante la primera experiencia, funcionó prácticamente como un aula extendida para luego, durante el desarrollo de segundo ciclo, incorporar actividades interactivas y algunas clases virtuales.

Como esta disciplina es una materia del ciclo inicial, para el 65% de los alumnos que realizó este curso, resultó ser su primera experiencia en una universidad. Si bien todos habían finalizado sus estudios de nivel secundarios, muchos de ellos los habían terminado varios años atrás y no tuvieron actividades académicas durante el período previo al inicio del ciclo.

Al plantearnos el desarrollo de este curso, se presuponía el conocimiento de recursos tecnológicos básicos por parte de los estudiantes y una tendencia a la utilización de los mismos, pero la experiencia en ambos períodos indicó que no todos ellos manejaban estos conocimientos adecuadamente, como el uso del correo electrónico, editar y subir archivos o navegar por la plataforma. Lo que nos hace pensar, para una próxima cursada en esta modalidad, en la incorporación de alguna clase inicial de apoyo, para el uso y familiarización de las herramientas virtuales. Dicha preparación, no sólo tendería a promover mayores destrezas para esta forma de aprendizaje, sino que mostraría al alumno la necesidad de dedicarle tiempo al estudio puesto que las actividades presentadas, los diferentes foros o evaluaciones sencillas, entre otros, requieren su participación más activa.

Actividades desarrolladas en el aula virtual

El sitio se diagramó con una parte inicial con información de tipo administrativa: el cronograma con el desarrollo de las clases, fechas de exámenes, bibliografía sugerida, selección de contenidos, régimen de aprobación, horarios de consulta y novedades que fueron surgiendo en el transcurso del cuatrimestre. También se incorporó como actividad preliminar, un foro de presentación para que se conozcan y comiencen a socializar entre ellos, puesto que para muchos ésta era su primera experiencia en la universidad.

Se resolvió trabajar cada unidad didáctica como un sector del sitio, en donde el alumno podía obtener para cada una de ellas, la práctica específica, común al resto de los cursos de Matemática que se dictan en modo presencial. A diferencia de éstos, se acompañaron en cada unidad, a modo de marco teórico, archivos con los conceptos fundamentales que eran necesarios para resolverlos y a los cuales el estudiante podía acceder en cualquier momento. En algunas unidades, estas prácticas fueron suplementadas con ejercitación adicional, que lejos de ser una sobrecarga, se adicionaron con la intención de que el uso de la tecnología resulte una motivación para los alumnos, haciéndolos partícipes de sus procesos de aprendizajes. Se incluyeron, así, actividades interactivas en GeoGebra y autoevaluaciones posteriores a las mismas.

También se utilizaron videos para mostrar nuevos conceptos teóricos, o para reforzar conceptos que fueron desarrollados en clases presenciales.

Las actividades de aprendizaje que diseñamos se presentaron de manera que las consignas aparecieran redactadas con claridad, precisando además los espacios donde los alumnos debían incluir las respuestas; en algunos casos debían hacerlo en el foro; en otros, se les avisaba que sus producciones las discutiríamos en clases posteriores, con fechas determinadas. Durante la última experiencia, se les solicitó que resolvieran las actividades propuestas y las subieran como archivos, para poder hacer un seguimiento más personalizado de sus trabajos. Para evitar que tuvieran dificultades, incluimos previamente un instructivo de “cómo subir un archivo al aula”.

Tuvimos la intención de fomentar un trabajo compartido cuando pedimos resoluciones a través de los foros y, en general, propusimos actividades con el objetivo de que los alumnos tuvieran que indagar en cuestiones relativas a los conceptos, definiciones y propiedades que se habían analizado en las clases presenciales, o en algunos desarrollos de contenidos presentados a través del aula virtual. Pero la experiencia indicó que la participación de los estudiantes en este tipo de actividades es escasa, tal vez como parte del proceso de adaptación a esta nueva forma de aprendizaje, diferente a la que estaban acostumbrados.

Algunas apreciaciones respecto de la implementación de la Bimodalidad

Consideramos necesario recordar que es la primera vez que utilizamos un aula virtual como profesoras, si bien conocíamos la modalidad, pero como alumnas. En general, no hemos tenido inconvenientes para hacer uso de los recursos que proporciona la plataforma. Por ello nos hemos animado a probar con otras herramientas, que no están incluidas en la plataforma Moodle, como es GeoGebra, incorporando este recurso como un aliado para el aprendizaje participativo de parte de los alumnos.

Durante la primera experiencia de Bimodalidad, el curso virtual se desarrolló prácticamente como un aula extendida. Si bien se utilizaron actividades que implicaban una participación interactiva por parte del alumno con la utilización de foros de discusión y consultas, la centralidad del desarrollo del curso estaba en la presencialidad. Ya durante el cursado del segundo cuatrimestre se implementaron algunas clases virtuales, en donde los alumnos no manifestaron inconvenientes en la comprensión de las pautas de trabajo ni en los conceptos que allí se trataron. Al finalizar la lectura de los contenidos y la ejercitación que les presentamos mediante la aplicación de GeoGebra, se implementó una evaluación en forma virtual sobre los conceptos trabajados, con la doble finalidad de indicar la asistencia a la clase, como adaptación de la reglamentación vigente, -ya que la asistencia al curso de forma presencial es obligatoria y no puede ser menor del 75% de las clases impartidas- y, además, que resultara un registro del aprendizaje adquirido en esa clase virtual.
Nos interesa avanzar en el uso de nuevos recursos y pensamos seguir diagramando las clases del próximo cuatrimestre, de manera que podamos intercalar, paulatinamente, clases presenciales con más clases virtuales.

Necesitamos apoyo para mejorar nuestra práctica y creemos, también, que se debería proporcionar a los alumnos algún tipo de orientación para el uso del aula virtual. En nuestra experiencia, observamos, por ejemplo, que los estudiantes no están aún familiarizados con la utilización de la tecnología como recurso de aprendizaje en esta etapa.

Entendemos que las herramientas informáticas que nos proporciona el aula virtual para el desarrollo de los contenidos son fundamentales para establecer una comunicación más fluida entre los alumnos, y también entre alumnos y docentes. Consideramos que facilitan la presentación de actividades de aprendizaje y autoevaluaciones que contribuyen al aprendizaje autónomo e independiente.

Al finalizar la primera experiencia de la Bimodalidad se realizó una encuesta entre los alumnos que asistieron durante el segundo cuatrimestre de 2018. El desafío estaba centrado en la inexperiencia de los estudiantes en el ámbito universitario, el cambio en la modalidad del proceso de enseñanza- aprendizaje y en las dificultades propias de un área de conocimiento con una preponderancia de los contenidos abstractos y el lenguaje simbólico.

En general, los estudiantes respondieron que están de acuerdo con la Bimodalidad y opinan que conocer y manejar las herramientas informáticas influye positivamente en la inserción en el ámbito profesional.

Cuando se refieren específicamente a la experiencia personal, la mayoría sostiene que la utilización del aula virtual les permitió ahorrar tiempo, gastar menos dinero, sentirse más comunicados y, fundamentalmente, acceder en cualquier momento al material y mantenerse informados respecto de los contenidos desarrollados en el aula, en el caso de no haber podido asistir a algunas clases presenciales.

La gran mayoría no tuvo inconvenientes en el uso del campus, ni dificultades con las actividades propuestas.

Algunas de las dificultades que mencionan en la encuesta es que, en ocasiones, no tienen acceso a internet en sus lugares de estudio, y algunos no cuentan con una computadora personal. En este segundo ciclo de cursada, el relevamiento de la accesibilidad a una computadora personal fue uno de los datos requeridos para la inscripción en los cursos con Bimodalidad, previendo así este inconveniente.

Consideraciones finales

Si bien el CI lleva más de tres años implementado en la Universidad, sigue siendo un espacio de reciente creación que aún se encuentra en una etapa de resignificaciones y construcción de una identidad propia, enmarcada dentro de las políticas de la Universidad y del Departamento de Ciencia y Tecnología; la Bimodalidad es un aspecto central en esta etapa. Pensando en incrementar las opciones para que cada estudiante pueda afrontar con éxito sus primeras materias, es posible pensar en que las asignaturas puedan tener mayor carga virtual para algunas comisiones e, incluso, afrontar el problema real de la falta de aulas para cursar de forma presencial. Esto puede lograrse si los equipos docentes pueden trabajar en forma constante, en un espacio democrático en el que se reconozcan los aportes de cada uno.

A partir de la experiencia que se está consiguiendo en el CI en torno a la Bimodalidad, se espera continuar fortaleciendo a los docentes y sus estrategias de intervención en las aulas. Además, se puede pensar en elaborar una propuesta que consista en una prueba piloto con una comisión totalmente virtual para casos específicos. El CI es un lugar valioso, en construcción y abierto para continuar desarrollando intervenciones tendientes a colaborar con la permanencia de los estudiantes y generar un mayor sentido de apropiación de la institución, permitiendo establecer las bases para transitar de la mejor manera las carreras del Departamento, a través de la construcción de diferentes saberes y competencias cognitivo - lingüísticas.

Una vez que se pueda avanzar en el incremento de las actividades a través del campus y que se consoliden los materiales, será posible pensar en otras posibilidades de cursada, como podría ser la de abrir dichas materias a estudiantes del último año de la Escuela Secundaria. Esto será posible si se continúa trabajando en equipo, con el acompañamiento de integrantes de nuestra comunidad universitaria que tienen mayor experiencia en esta modalidad y con el apoyo de las autoridades del Departamento y de la Universidad.