Lucía Abril Aguilar
Como estudiante de la Universidad Virtual de Quilmes escuché más de una vez un “ah, si es a distancia es más fácil, seguro”. Sin embargo la educación a distancia fue lo único que me posibilitó estudiar y poder costear mis estudios trabajando y nunca, sinceramente, me resultó fácil. No solo estudio la Licenciatura en Educación a distancia sino que mi trayecto base como Profesora de Inglés también lo hice en esa modalidad, así como también mi Postítulo en Educación y Tecnología, entre otros.
En reiteradas oportunidades me topé con este discurso peyorativo respecto a la formación a distancia y pensaba en el impacto que esto produce en la población con la que trabajo todos los días, los alumnos de la escuela secundaria. Soy oriunda de Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires pero desde hace ya cinco años vivo y trabajo en las escuelas secundarias de la zona norte del distrito de Villarino.
Villarino posee características geográficas muy particulares que hacen que las distancias dentro del mismo distrito lleguen a ser de hasta unos 140km. A estas distancias, se suman los problemas de transporte y sus elevados costos que no solo separan al distrito en su misma dimensión sino que hacen que los pocos kilómetros que lo separan de Bahía Blanca como centro académico regional sean inmensos.
En este contexto surgen varios interrogantes ¿Consideran los alumnos de nuestras escuelas estudiar a distancia? ¿En qué medida las instituciones contemplan esta posibilidad bajo una lectura de las necesidades del contexto? ¿Se plasman en la práctica las interesantes conclusiones que planteamos en las reuniones de docentes en torno al uso de las tecnologías y su implementación?
Estas preguntas se desprenden de un proceso de investigación-acción cuyo eje no es exactamente el análisis de la Educación a Distancia (EaD) sino la articulación de la educación media con la superior en la que la EaD es parte.
Este proyecto de articulación lo denominamos Proyecto Semilla y mantiene lazos con otros programas de articulación propuestos desde otros espacios como la Secretaría de Políticas Universitarias. Proyecto Semilla surge desde las tierras bajas, de las profundamente descriptas por Phillip Jackson (1992) ya que nace del barro fangoso de la escuela, de una lectura sumergida en su contexto nunca simple ni ingenuo.
Estructura
Comenzaré explicando dos etapas de investigación realizadas en torno a nuestra pregunta inicial sobre la consideración de la EaD como opción de gran relevancia para los alumnos que viven en la zona norte de Villarino.
Expondremos los datos cuantitativos y cualitativos obtenidos y los analizaremos desde diferentes ópticas. Analizaremos la relevancia de los hallazgos en términos de su capacidad para generar transformaciones concretas en las prácticas.
Se presentarán los nuevos desafíos que supone la EaD en relación a la educación media y la articulación en la educación superior y se propondrán posibles acciones.
¿Estudiar a distancia?
Los estudios que no integran las dimensiones objetivas y subjetivas sociales están destinados a la formulación de diagnósticos incompletos y parciales y por ende ineficaces. (Tenti Fanfani, 1999 p.120). Es necesario asumir una posición responsable, un estudio más humano que contemple el hecho de que hay espacios de indeterminación y que escapan a la voluntad.
Bajo esta perspectiva comenzamos con la primera etapa de Proyecto Semilla. Se realizaron encuestas a los chicos de los últimos dos años de las tres escuelas secundarias de la región norte de Villarino con el objeto de obtener información respecto a si querían estudiar, trabajar y/o hacer las dos cosas e indagamos sobre lo que ellos realmente sabían y habían investigado sobre las carreras.
Los resultados son interesantes. Para los fines de esta ponencia vamos a focalizar en el análisis de la consideración que hicieron los alumnos respecto de la EaD.
En una de las escuelas, llamémosla A, el 50% de los alumnos considera realizar estudios a distancia pero los encuestados totales son solamente ocho alumnos. En otra escuela, llamémosla B, absolutamente ninguno de los alumnos contempló la idea de estudiar a distancia, en este caso son un total de 20 alumnos. En la otra escuela, llamémosla C, solo el 8% de los alumnos contempla la EaD de un total de 142.
Expo-Semilla
En el marco de este mismo proyecto, y con el objeto de invertir el flujo de información, se considera la realización de la primera muestra de carreras de zona norte de Villarino a la que denominamos Expo-Semilla y que convocaría a instituciones privadas, estatales, formales, no formales, modalidad presencial, a distancia, aranceladas y gratuitas.
Un gran número de instituciones se sumaron a la convocatoria pero sabíamos que nos iba a quedar mucha información y por ende carreras, sin cubrir. Entonces armamos un equipo de investigación conformado por alumnos de la escuela en este caso pertenecientes a la escuela C, que viajarían a una muestra que se realiza anualmente en Bahía Blanca y que organiza la Universidad Nacional de Sur para obtener la información que nos faltaba.
La autonomía se genera cuando los chicos pueden tomar decisiones, ser protagonistas y accionar. Pensando en la potencia del significado de aquello que nos enseñó Edith Litwin (2005) “estudiantar” se convirtió en la bandera de este proyecto y bajo esa idea la investigación debía ser dirigida por ellos mismos por lo que organizamos una actividad previa denominada “elaboración de preguntas guía”. En esta los alumnos deberían, a través de análisis de entrevistas previas, realizar una guía de preguntas que focalizara en cuestiones relevantes con el fin de preguntarle a los representantes de las instituciones que estaban en la muestra a realizarse en Bahía, algo más de “lo que estaba enunciado en el folleto”.
Este trabajo se realizó con los alumnos de 5to y 6to año de los tres turnos en la escuela C, en la que de acuerdo con los datos obtenidos de las tabulaciones, solo el 8% había contemplado la idea de estudiar a distancia.
Una vez recolectados los datos y las preguntas sugeridas, realizamos un análisis de la naturaleza de las preguntas. Ni los alumnos, ni quienes coordinaban la actividad, propusieron preguntas sobre la modalidad a distancia. Incluso factores como los materiales digitales no son siquiera percibidos, algo que no es propiedad de los estudios a distancia.
Esta escuela en particular cuenta con un espacio de tecnología muy bien preparado y la infraestructura necesaria para sostener interacciones potentes, como las que menciona Maggio (2011). A través de las tecnologías y a pesar de que su incorporación en las prácticas del día a día crece paulatinamente aún están distantes de la cotidianidad en el uso de materiales digitales y/o de la incorporación de una plataforma educativa virtual. Esto pone a la luz una problemática que va más allá del acceso y la infraestructura y se acerca más al sistema de creencias que redujo el uso de las tecnologías a simples herramientas procesadoras de texto del cual nos ha advertido Coll (2008).
Volviendo a la actividad de los investigadores, una vez que terminaron la actividad, realizamos intervenciones en las preguntas guía y las enriquecimos para que contemplaran otras cuestiones que principalmente tenían que ver con adecuarlas a la modalidad de la EaD. Pensamos en la necesidad de explicar la terminología, el nuevo lenguaje que supone la EaD en el que hablamos de docentes tutores, de materiales digitales, de plataformas, de tutorías, de teleconferencias, entre otros.
Durante el viaje con los alumnos que conformaban el equipo de investigación, leímos las preguntas, pensaron en cómo y desde dónde las habían realizado y se prepararon para ser los que iban a llevar nada más y nada menos la información a la que algunas personas tendrían acceso solo a través de ellos. Ellos los agentes de réplica, los multiplicadores.
Realizaron entrevistas filmadas, siguiendo las preguntas guía y organizaron el material obtenido en videos multimediales a los cuales la gente que visitara nuestra Expo-Semilla tendría libre acceso en un “Espacio TIC”. Y como dice Maggio (2011), en esta etapa más que en ninguna, el sentido lo define la propuesta, no la herramienta.
El día D
El 12 de julio se realizó la primera edición de la Expo-Semilla. La escuela secundaria C, abrió las puertas a toda la comunidad. Vinieron todos los chicos de 5to y 6to año de las escuelas secundarias de la zona norte de Villarino. Vinieron algunas familias. Vinieron los chicos del programa de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (FinEs) con quienes también estamos trabajando. Los chicos recorrieron stands, hicieron preguntas y los docentes aprovechamos a hablar de articulaciones y a encontrarnos con los a veces lejanos profes y autoridades de las universidades.
Recorriendo los stands de algunas prestigiosas instituciones, me comentaban que los alumnos preguntaban sobre la oferta a distancia. Es muy prematuro para esta investigación realizar definiciones pero en principio parece que ellos, los alumnos, están demandando otras cosas.
Un punto de partida y nuevos desafíos en torno a la articulación
A raíz de los resultados de las investigaciones realizadas y bajo un análisis del contexto socio-económico de la región, prevemos que una de las estrategias que podría ser sumamente potable para favorecer el acceso a los estudios superiores es la generación de una mayor consideración de la EaD, al menos en lo que refiere a esta zona de influencia.
A continuación nombraré algunas cuestiones que considero serán necesarias revisar a la hora de plantear una articulación de educación media y educación superior con un énfasis en la proyección de las carreras en EaD:
- Los costos de este tipo de educación suelen ser elevados y la oferta es a veces poco legible y confusa. Se requiere ser capaz de fortalecer los mecanismos de lectura, selección y revisión en los que los programas de los cuales hemos egresado la mayoría de los docentes no hemos sido capacitados.
- Reforzar los mecanismos que generen confianza en los futuros estudiantes y también en aquellos que trabajamos día a día en la educación media es una cuestión fundamental. En muchos casos se manifiesta un descreimiento de la oferta académica a distancia propia de la falta de credibilidad, la mala manipulación de las fuentes y la oferta engañosa que se ha reforzado en los diferentes canales de información.
- Los esfuerzos por reforzar estos mecanismos no son suficientes sin realizar lecturas en contexto por parte de las instituciones. Si bien no es el objeto de esta ponencia analizar las formas de investigar el contexto, suponemos que es necesario contemplarlo a la hora de pensar la articulación, plantear transformaciones curriculares y diseñar intervenciones.
- Interpelar los sistemas de creencias sobre la EaD y el uso de las tecnologías que sobrepasan las cuestiones de infraestructura, atraviesan la formación y capacitación docente. La cultura institucional, el sistema de creencias se instala en la conciencia muchas veces desde una óptica simplista e imposibilita una apertura de posibilidades. Moverse dentro de lo que se sabe que se sabe y lo que se sabe que no se sabe genera muchas veces dentro de las instituciones una quietud abrumadora.
Conclusiones
Considerando que estamos en plena investigación y sin intenciones de llegar a resultados absolutas o acabados, nos propusimos concretar un plan de seguimiento que nos permita a los docentes de las escuelas secundarias de Villarino norte conformar un equipo de investigación de las trayectorias post egreso de la escuela y a la vez enfatizar en la necesidad de estudiar casos en particular para detectar tendencias en la deserción y prever formas de apoyo que también se articulen con otros dispositivos políticos e institucionales.
Es imprescindible trabajar interdisciplinariamente con las instituciones del nivel terciario y universitario pero también es necesario que se articulen políticas que acompañen estas iniciativas.
Romper paradigmas en torno a la EaD, generar demandas, fortalecer el espíritu crítico y la autonomía, trabajar colaborativamente y en investigaciones contextuales y sostener el criterio de que las elecciones respecto del futuro deben ser respetuosas son los pilares de una educación emancipadora e inclusiva.
Es necesario construir la cultura digital desde la acción de los alumnos (¿y por qué no los docentes?) desde el establecimiento de una problemática real, desde la posibilidad que ofrece la disrupción y pensar en articular estas acciones como constitución de una obra pública, con una relevancia social, que se constituya como ejercicio de la ciudadanía.
Propongo que nos visibilicemos los unos a los otros. Que nos conozcamos. Que trabajemos juntos en una articulación dialéctica de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Que deconstruyamos creencias y construyamos nuevas formas de comunicación en pos de una educación que se centre en el estudio de la práctica del día a día para articularse con una teoría más humana y comprensiva. (Litwin, 2005).
Referencias bibliográficas
Coll, C. (2008). Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades.
Boletín de la Institución Libre de Enseñanza Nº 72, Madrid. Recuperado a partir de: <www.educ.ar/>
Jackson, P. (1992) La vida en las aulas. Madrid. Morata.
Litwin, E. (2005) El oficio de enseñar: condiciones y contextos. Buenos Aires. Paidós.
Maggio, M. (2013) ¿Las nuevas tecnologías nos están permitiendo configurar enseñanza potente? Encuentro Internacional de Educación 2012- 2013. Recuperado a partir de: <encuentro.educared.org/>.
Tenti Fanfani, E. (1999) “Sociología de la Educación. I. Título”. Cap. III “El conocimiento escolar”. Cap. IV “Sociología de los maestros”. Cap. VI “La interacción maestro-alumno en el aula”.