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Arquitectura de la información

El primer paso en la edición de un MDM es la creación de su estructura de contenidos. Esta es una de las actividades propias de la arquitectura de la información en la que se determina la lógica de organización de los temas a desarrollar y, mediante una determinada taxonomía que diferencie la jerarquía de los títulos, se asigna la carga cognitiva correspondiente a cada página de contenidos.

En los hipermedias, la estructura o árbol de contenidos se establece a partir del índice: en principio, a cada título se le asigna una página web distinta.

La estructura que diseñen se manifestará en un menú lateral que brinda acceso contextual a todas las partes del contenido.

Finalmente, hay que subordinar los títulos de apartados a los títulos de sección, y éstos a los títulos de unidad, utilizando las dos primeras flechas del menú Estructura.


Acerca de la carga cognitiva

Puede ocurrir que algunos apartados del texto de base resulten muy extensos. Cuando esto sucede, por lo general se debe a que bajo un mismo título se agrupan dos o mas temas que podrían desarrollarse en apartados distintos.

Por el contrario, puede suceder que su índice tenga demasiados títulos, y que al momento de diseñar el hipermedia, generen cada uno una página web distinta y en cada apartado haya muy poco contenido (solamente uno o dos párrafos de texto). Si los distintos títulos se pueden agrupar bajo uno más general que los incluya a todos, no será necesario crear tantas páginas web; basta con integrar esos contenidos en una sola página y utilizar subtítulos internos, subordinados al título principal de esa sección o apartado. Un ejemplo de subtítulo subordinado es precisamente el que aparece un par de párrafos más arriba (Acerca de la carga cognitiva).

Un criterio de carga cognitiva equilibrada puede ser que cada página web contenga la cantidad de texto comparable a media página de un archivo de Word por lo menos, y no más de una página y media, pero estos valores son sólo orientativos, ya que no conviene establecer normas tan estrictas al respecto: en un material didáctico, cada tema puede exigir distintas extensiones de contenido.

En síntesis, en eXe hay que replicar el índice de contenidos del texto de base y revisar si la estructura creada organiza los temas con un desarrollo lógico y equilibrado, o si hay que reformular el índice original. Si se detectan apartados con mucha carga cognitiva, contemplen la posibilidad de dividirlo en más partes, y lo contrario: reagrupen en una sola página web aquellos temas que tienen poco desarrollo conceptual. Un ejemplo frecuente de títulos con muy poco desarrollo de contenidos suele ser la sección de objetivos o los enunciados de algunas actividades simples que se componen solamente por dos o tres párrafos de texto. En esos casos, no se justifica destinarle una página exclusiva; pueden subordinarlos a un título principal que los abarque.