Cuando leemos párrafos no desciframos secuencialmente letra por letra para unirlas posteriormente en palabras, sino que reconocemos de manera rápida la forma de la mitad superior de un conjunto de letras, para interpretar sílabas, palabras completas e incluso frases breves en un solo golpe de vista. En cambio, cuando leemos números, sí leemos una a una cada cifra.
Las tipografías de espaciado fijo, en general resultan menos legibles, con una muy importante excepción: son muy aconsejables en aquellos casos en los que el lector debe detener su atención en cada uno de los caracteres: cifras, fórmulas código de programación, expresiones alfanuméricas, etcétera.