Editar digitalmente archivos de sonido nos permite realizar sobre la señal de audio algunas operaciones similares a las que efectuamos en la edición de imagen: recortar o insertar fragmentos, realizar montajes, reducir el peso o tamaño de los archivos mediante la modificación de los parámetros de calidad y aplicar filtros que modifican la percepción del sonido.
Así como las imágenes pueden editarse por capas apiladas unas sobre otras en el espacio, en la edición de audio digital la práctica consiste en disponer en el tiempo cada fragmento de audio en una pista diferente para componer el montaje sonoro, asignándole el volumen adecuado según los planos sonoros deseables. Una vez que el resultado de esa composición concuerda con el plan del guión, se exportan las capas acopladas en un solo archivo que suma el contenido de todas las pistas.
Existen muchos programas de edición de audio, entre los que se destaca Audacity por sus prestaciones profesionales además de la gratuidad, su licencia de código abierto y la posibilidad de utilizarlo en diversas plataformas: Windows, OSX, Unix y Linux.