Según Prendes Espinosa (1995), “cualquier imagen puede ser utilizada con fines educativos, pero determinadas imágenes han sido preconcebidas de forma especial para ello”. A partir de este hecho distingue entre la imagen didáctica "per se" y la imagen didáctica "per accident", basando la diferencia en la intencionalidad didáctica con que se generan estas imágenes.
En la mayoría de los casos, esta diferencia es coherente con los dos tipos de imágenes que aparecen en polos opuestos de la escala de iconicidad: nos referimos a los esquemas y la fotografía, tratados en Landau (2009), a partir del concepto de visualización que elabora Joan Costa y los ensayos de Roland Barthes, respectivamente.
Generalmente, la imagen didáctica "per se" se expresa mediante el lenguaje del diseño gráfico: es producto de una elaboración mental que abstrae y sintetiza las ideas principales a fin de explicar conceptos, en tanto que el uso de las fotografías como representación análoga de la realidad tiene una finalidad meramente ilustrativa, y una función didáctica ocasional, "per accident".