Los materiales audiovisuales en sus diferentes formas y estilos de representación (diaporamas, videojuegos, presentaciones lineales, animaciones, videos, televisión y producciones cinematográficas) son excelentes recursos didácticos a implementar en educación formal, campañas educativas y cursos de capacitación laboral.
Como estudiamos en A.M. 2009, el video es uno de los medios más motivadores. Provee a los MDM de enfatización y creatividad empleando más de un canal perceptivo, facilita la comprensión, la síntesis y la retención de la información, explica aquellos eventos temporales de las acciones, narraciones o historias que sólo se pueden asimilar a través de la imagen en movimiento y, como los demás medios audiovisuales, es controlable y reduce la cantidad de texto.
El video favorece la exposición de contenidos complejos que con otros medios resultaría de muy difícil descripción y permite mostrar hechos o procedimientos que requieren una representación dinámica, secuencial y contextualizada. El realismo de sus registros fortalece la sensación de autenticidad y de credibilidad apoyada en la concreción que caracteriza al medio audiovisual y en el desarrollo de sus diferentes tratamientos: narrativo, descriptivo y dramático.
La animación comparte varias de sus cualidades, principios y funcionalidades, pero con un tratamiento diferente del concepto de realidad: ya no se trata de registros fílmicos auténticos, sino de una realidad simulada mediante las ilustraciones en movimiento.
Con la animación 2D o 3D se incrementa notablemente la calidad de un MDM aportando dinamismo, atractivo y creatividad, motivación, interactividad y ejemplificación; además, sintetiza el contenido reduciendo la cantidad de texto.
Las animaciones secuenciales son muy eficaces para ilustrar el funcionamiento de las cosas, para demostrar procesos, hechos, evoluciones, mostrar el interior de los objetos y simular fenómenos muy difíciles de registrar en la realidad mediante la utilización de otros medios.