El lenguaje audiovisual es una forma de expresión que integra el lenguaje verbal (escrito y hablado), el lenguaje visual de las imágenes estáticas en sus distintos grados de iconicidad y todos los elementos del lenguaje sonoro, aportando además las convenciones propias del lenguaje de las imágenes en movimiento.
4.2. Lenguaje audiovisual
Leer con atención
El lenguaje audiovisual se basa en un conjunto sistematizado que articula todos estos lenguajes pero no opera mediante la simple sumatoria de medios, sino que configura un entramado de recursos expresivos que se organizan en series sincrónicas y simultáneas en las que el receptor unifica y sintetiza distintas sensaciones fusionadas.
La animación y el video comunican ideas a través de las emociones que produce ese “texto cultural” en el que confluyen indisolublemente sonido, palabra, imagen y movimiento.
Según Babin y Kouloumdjian (1983), el lenguaje audiovisual es:
Cita
- “Mezcla. En la mesa de mezclas se realiza la alquimia sonido-palabra-imagen, con la intención de crear en el receptor una experiencia unificada.
- Lenguaje popular. Ni discurso, ni conferencia, ni lenguaje literario e intelectualizado.
- Dramatización. Drama quiere decir acción. Dramatizar es suscitar relieve y crear tensión.
- Relación óptima entre fondo y figura. Establecimiento de relaciones entre todos los elementos: correspondencias y distancias que crean el relieve.
- Presencia. El canal electrónico hace presente, amplifica el efecto de presencia. Se ve o se oye con todo el cuerpo.
- Composición por «flashing» (segmentos). Presentación de aspectos que destacan, aparentemente sin orden, sobre un fondo común.
- Encadenamiento «de mosaico». No lineal, deductivo o causal. Los elementos de un mosaico parecen inconexos si se aíslan unos fragmentos; sólo se advierte el sentido si se contempla el conjunto, la coherencia interna global.”
(Babin y Kouloumdjian, 1983: 34-37)
El lenguaje audiovisual establece una relación de semejanza directa con lo representado. No es una copia auténtica de la realidad, pero al basarse en la analogía y el simulacro, nos permite comprender la narración de un modo inmersivo, como si participáramos del relato. Ferrés i Pratts (1994) contrasta la inmediatez de esta forma de expresión con el lenguaje textual estableciendo entre ellos una importante diferencia: “el lenguaje verbal toma contacto con la realidad mediante signos doblemente abstractos: letras que a su vez representan sonidos. Signos que remiten a signos que remiten a una realidad concreta”.
El texto expresa mediante signos abstractos y convencionales, en cambio el video y la animación tienen modos muy distintos de narrar; en palabras de Babin y Kouloumdjian (1983) se trata de “hablar más que escribir, ver más que leer, sentir más que comprender”, como podemos notar en la reinterpretación de esta conocida historia:
The Little Red Ridning Hood
McLuhan (1969), Ferrés i Pratts (1994) y Padrón Guillén (2001) entre otros autores, establecen paralelismos entre las formas de captación, registro y reproducción de los mensajes audiovisuales y las facultades físicas o psíquicas de las personas; así las memorias digitales se comparan con las capacidades del cerebro, la cámara de filmación con el ojo, los parlantes con la voz y el micrófono con el oído; en síntesis, dispositivos tecnológicos que fueron concebidos como una extensión del cuerpo humano. Ferrés i Pratts (1994) lo define como “un nuevo modo de conocer” y concuerda con McLuhan al citar dos fragmentos de su obra “La comprensión de los medios como extensiones del hombre”:
Cita
“ `Cualquier prolongación o extensión, ya sea de la piel de la mano o del pie, afecta a todo el complejo, psíquico y social´, exigiendo equilibrios nuevos entre los demás órganos o prolongaciones, El propio McLuhan indica que `los medios de comunicación, cambiando el entorno, hacen surgir en nosotros relaciones únicas de percepción sensorial. La extensión de un sentido cualquiera transforma nuestra manera de pensar y de actuar, nuestra manera de percibir el mundo. Cuando cambian estas relaciones cambia el hombre´. Es decir, la aparición y el uso de nuevas tecnologías comunicacionales produce alteraciones en las formas de pensamiento y de expresión, en los procesos y actitudes mentales, en las pautas de percepción, en la proporción de los sentidos. (McLuhan, 1969:26 y 41).”
(Ferrés i Pratts, 1994:25)
Para ampliar
Bartolomé, Antonio (1987). Lenguaje Audiovisual - Mundo Audiovisual, Universitat de Barcelona. Disponible en: <www.lmi.ub.es/>.